La presidenta del Govern, Francina Armengol, con los ponentes de las jornadas. | Jaume Morey

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«Es básico el derecho a la vivienda, pero desde los acuerdos». La presidenta del Govern, Francina Armengol, cerró unas oportunas jornadas de debate sobre un asunto que es central en las Islas y que congregó a un público que no se movió de la sala ante el interés de los ponentes. Armengol mencionó algunas medidas que estaba llevando a cabo el Govern en el sector de la vivienda, como el decreto de agentes inmobiliarios para evitar el intrusismo en el sector o las medidas negociadas con los constructores relativa a los precios de inversión pública. «Hemos sido artífices de una buena Ley de Vivienda pero tenemos que seguir para hacer posible este derecho para la clases medias y para que nuestros hijos y nietos puedan vivir en sus pueblos».

Pidió a los ayuntamientos que planifiquen bien los suelos en sus municipios y también construyan VPO. Armengol citó la vivienda turística, «para que no compita con los residentes», y recordó que Baleares casi ha doblado la población en los últimos 20 años, lo que también general tensiones. Previamente, la editora de ‘El Económico’, Paula Serra, presentó las dos ponencias con las que arrancó la sesión. Judith Montoriol, economista de Caixabank Research, hizo una introducción al momento de fragilidad, por la crisis energética, la inflación y la volatilidad de los tipos de interés, con una previsión de que puede haber dos nuevas subidas del 0,25 %.

Pese a esta incertidumbre destacó que los datos económicos de España son positivos, con creación de empleo y buenas previsiones de llegadas de turistas, con gasto por encima niveles prepandemia. Ante el mercado inmobiliario, afirmó que se prevé una caída en las compraventas por la inflación y tipos de interés, sobre todo en el mercado de segunda mano. «En 2022 se crearon 210.000 hogares al año pero se construyeron 100.000 viviendas: creamos la mita de la vivienda que se necesita», alertó, y aseguró que, en el caso de Baleares, la oferta es insuficiente para la demanda demográfica

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Con respecto a las compraventas de vivienda por parte de extranjeros, aseguró que un estudio demuestra que el precio sube con mucha más intensidad en los municipios turísticos que en el resto: 49 % en los turísticos frente al 28 % de los demás desde 2014. Afirmó que la tendencia de compra extranjera sigue siendo elevada, pero se prevé que sea inferior a la de 2022. No obstante, también aseveró que el envejecimiento en Europa puede crear una demanda potencial de vivienda con elevado poder adquisitivo y nuevas formas de trabajo. En cualquier caso, también puso sobre la mesa el atractivo de mercados competidores, como Croacia.

«Falta vivienda asequible y protegida. Ese es el gran reto de ayuntamientos y comunidades», es la opinión de Francisco González, de KPMG, que ofreció una ponencia sobre las oportunidades de inversión en las Islas. Recalcó que el año pasado se cerró con unos niveles máximos de venta de vivienda desde 2007, pero precisó que, en los dos últimos trimestres, se ha notado una reducción.

Señaló que la subida del euribor ha provocado que el coste medio de algunos hipotecas se acerquen en Baleares a los 1.200 euros al mes y sostuvo que la previsión del precio del alquiler es que siga yendo al alza. «El 43 % de la población dedica más de un 40 % de su sueldo al alquiler, muy por encima de Europa», detalló. Ante esta situación, aseguró que se abren nuevas fórmulas de inversión con experiencias novedosas de alejamiento, incluso en suelo dotacional, no suelo residencial, aunque no puede ser una residencia permanente.

También destacó que hay una gran oportunidad en ‘coliving’ o en ‘seniorliving’ y en el ámbito de las residencias de la tercera edad, donde están entrando fondo de inversión en España. Aseguró que en Baleares puede ser una opción y ya se empiezan a ver algunas de estas propuestas. En concreto, en el ámbito de ‘seniorliving’, viviendas individuales en las que además hay una serie de zonas comunes, puede haber inversiones de hasta 1.000 millones de euros al año. En todos estos nuevos ámbitos, en 2022 se invirtieron en España 16.000 millones.