El secretario general de CCOO, Unai Sordo, el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, tras la firma del acuerdo para la última parte de la reforma de las pensiones. | EFE/ Javier Lizon

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Las delegaciones de CCOO y UGT en Balears han celebrado este miércoles la firma del acuerdo para la última parte de la reforma del sistema de pensiones, una iniciativa rechazada por la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), que secunda la posición de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

La presidenta de la CAEB, Carmen Planas, ha criticado que el Gobierno no haya negociado con las patronales y cree que la reforma recae en los trabajadores y las empresas del país mediante una subida generalizada de las cotizaciones, lo cual «mermará los salarios e incrementará los costes laborales de las empresas, poniendo en peligro la creación de empleo», según ha explicado. También ha considerado que afectará negativamente a los autónomos y pymes.   

La vicesecretaria general y secretaria de Políticas Sociales e Igualdad de UGT en las Islas,  Xisca Garí, cree que es un «excelente acuerdo» porque por primera vez una reforma no implica recortes en las cuantías, sino un incremento de ingresos. «Se protegen las pensiones mínimas y su cuantía ha de superar siempre el índice del umbral de la pobreza», ha destacado. Garí ha aplaudido que el Gobierno, en su última propuesta, haya aumentado el porcentaje de aportación que realizarán al sistema las bases máximas de cotización. Además, como estas bases máximas no alcanzarán al total de salarios altos, y que una parte de estos salarios no cotizarán, se procederá a establecer una cotización adicional de solidaridad.  La sindicalista ha señalado que el mecanismo de equidad intergeneracional también se incrementa, lo que aporta un nuevo recurso financiero más intenso y extendido en el tiempo, y que servirá para financiar las pensiones durante los próximos 25 años.

Tanto UGT como CCOO reivindican las medidas específicas para frenar la brecha de género en las pensiones, puesto que se reconocerán como cotizados los tres primeros años de excedencia por cuidados de familia y se aumenta el complemento que se cobra por hijo o hija un 10 % sobre el IPC en los años 2024 y 2025. «Estamos muy satisfechos, no ha sido fácil su gestación», según la representante de CCOO, Eva Cerdeiriña. En cuanto al periodo de cómputo, detalló que la reforma plantea poder elegir entre los 25 años actuales para calcular la pensión o ampliar a 29 pudiendo descartar los dos años peores. La sindicalista ha destacado que se establezca un mecanismo de seguimiento del sistema de la seguridad social.

El apunte

«No avanza en derechos, sirve para no perder los existentes»

El secretario general del Consell Econòmic i Social de Balears, Josep Valero, ha dado su opinión personal sobre la reforma a este diario: «No es para tirar cohetes, la modificación no avanza en derechos, sirve para no perder los que ya existen». Valora positivamente que el acuerdo cuente con los sindicatos porque la base de cálculo a penas cambia. Sobre los argumentos de la patronal, cree que a medio plazo las empresas se adaptarán a la reforma y rechaza la alternativa de los fondos de pensiones privados porque muchos especulan y hay antecedentes quiebra por este motivo.