Alba Tobella impartirá un taller en 'fast-checking' este sábado, de la mano del Sindicat de Periodistes de les Illes Balears (SPIB).

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Alba Tobella (Ibiza, 1986) codirige ‘Verificat’, asociación sin ánimo de lucro dedicada al ‘fastchecking’ (verificar tanto el discurso de los políticos como bulos y desinformación que circula en redes sociales) y a educar a la ciudadanía y al sector periodístico para protegerse contra esta desinformación. Este sábado impartirá un taller formativo en Palma, de la mano del Sindicat de Periodistes de les Illes Balears (SPIB).

Abanderan desde Verificat una lucha acérrima contra las fakenews, ¿Qué objetivo persiguen?
Queremos dar herramientas a la población para encontrar fuentes fiables en internet. Con tanto volumen de información en redes, a veces es difícil saber consumir contenido de calidad.

¿Qué se considera una fakenew?
La noticia falsa es uno de los formatos que tiene la desinformación. Solo se refiere a ese tipo de informaciones que parecen de un medio de comunicación, pero no lo son. Son de portales que se asemejan a portales periodísticos, pero no tienen periodistas y se dedican a publicar noticias falsas. Eso solo es una parte. Cualquiera puede ser emisor de desinformación, como los típicos audios que circulan por Whatsapp alertando de una situación o imágenes descontextualizadas que se reenvían masivamente... Todo en internet y fuera de contexto es susceptible de ser desinformación.

¿Qué peligro conllevan este tipo de mensajes?
La información nos lleva a tomar decisiones y actuar en base a lo entendido. Una visión errónea de las cosas te puede llevar a actuar en contra de tu salud, por ejemplo. En YouTube hay muchos vídeos que promulgan curas milagrosas para el cáncer o mensajes negando el cambio climático y quienes no los detectan como desinformación actúan en consecuencia. Por no hablar de los efectos a nivel democrático. La información de calidad es la base de la democracia. Después del 'Brexit', se descubrió que había habido numerosas campañas de desinformación y que muchos británicos habían votado en consecuencia a estas mismas informaciones.

¿Quiénes producen estas informaciones falsas? ¿Con qué intenciones?
Las consecuencias son varias y los orígenes también son muchos. Detrás de una desinformación puede haber desde un partido político a un ciudadano de a pie y desde la máxima intencionalidad de manipular hasta un mero error.

Hace cincuenta años también se publicaban noticias descontextualizadas o interesadas…¿Qué ha cambiado en los últimos años para elevar tanto la preocupación al respecto?
Ha cambiado el contexto en el que nos comunicamos. Con las redes sociales, cualquiera puede convertirse en emisor de desinformación. El trabajo que hay detrás de una noticia periodística (la investigación, el contraste de fuentes...) en internet desaparece. A ello se le suma que es extraordinariamente fácil difundir mensajes y estos pueden adquirir una audiencia global. No hay límite ni control.

¿Hasta qué punto es factible una lucha contra la desinformación? Es un fenómeno global y no se pueden perseguir todas y cada una de las noticias falsas…
Efectivamente, por eso creemos que la clave está en la educación, en formar a una ciudadanía crítica, que pueda analizar críticamente las informaciones para quitar campo a los desinformadores. Ahora la gente sabe diferenciar una noticia de un anuncio, lo identifican. Tiene que haber esa concienciación con las noticias falsas.

¿Qué sectores poblacionales son más vulnerables a la desinformación?
Los jóvenes son más conscientes de que existe, pero tienen menos bagaje cultural con el que contrastar la información que les llega. La gente mayor, por contra, es menos consciente del problema, pero tiene más herramientas. Cualquier edad es vulnerable.

¿Pueden sustituir las redes a los medios tradicionales?
En las redes sociales chateamos con amigos, nos entretenemos y nos informamos. Dentro de las redes están los medios, uno no sustituye a otro. Las redes requieren contenido y parte de ese contenido lo generan los medios. El problema es la falta de alternativas en la forma de los medios para llegar al público.

«Si no lo has verificado, no lo compartas». Es uno de los slogans que lanzan insistentemente desde Verificat…¿Cómo puede verificar la información un ciudadano medio?
Cuando algo te toca a nivel emocional (te indigna o te emociona excesivamente) son mecanismos que en el cerebro provocan la reacción de reenviar. En ese momento pedimos a la gente que pare un momento y analice críticamente lo que tiene delante. Con una simple consulta en internet podemos ver si una fuente fiable, como un medio de comunicación, está hablando del tema. Si no hay información al respecto, es sospechoso.