Marta Pontnou ha realizado un taller de asesoría de imagen con Més. | Pilar Pellicer

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Marta Pontnou ha estado en Palma para dar consejos de imagen a líderes de Més. Habla sobre la importancia de la imagen en la comunicación política.

- ¿Usted que hace exactamente?
- Soy asesora de imagen y los últimos años me he especializado en asesoría de imagen política. Procuro que quienes me contratan se sientan cómodos con el mensaje y con la imagen que transmiten.

- ¿Y qué les ha dicho a los de Més?, ¿les ha aconsejado una estética específica?
- Todo el mundo necesita una estética, sea panadero, político, de izquierdas o de derechas. Hay unos códigos de vestimenta, nos agrade a o no. Le pongo un ejemplo: si vas al médico y te atiende una doctora con vestido de flamenca porque le encanta su identidad andaluza, probablemente te levantarás y te irás porque no es eso lo que esperas de un doctora. Les he dicho que todos pueden brillar porque siempre tienen algo dentro para mostrar. Tenemos que utilizar la moda para expresar cosas que no se pueden expresar con las palabras. Les he dicho que se empoderen porque cuidar la imagen no es de personas frívolas, sino que es pura comunicación.

- También en política
- Sí. La política es España ha sido algo muy de derechas y muy masculinizada, de señores que pasan de la política a las empresas y viceversa. De ahí viene la corbata y el traje, así que, cuando la izquierda y las mujeres entran, se busca una diferencia con ese modelo. Ese es mi trabajo, que las políticas de izquierda, como Esquerra Republicana, EH-Bildu o Més, mantengan su identidad de izquierdas, pero con una imagen adecuada.

- ¿Cuáles han sido los principales defectos que ha visto?
- Como en todo el mundo, hay falta de seguridad, que es lo que nos pasa a todos. Todo el mundo opina sobre la imagen y la moda y pone etiquetas sobre la forma de vestir y eso creo inseguridad. De ahí que mucha gente que tiene muy claro qué debe hacer para mejorar una ciudad o un país tiene inseguridades porque no sabe qué ponerse.

- ¿Todavía hay presión sobre la estética de los políticos?
- Mire Angela Merkel. Se le criticó por un escote en la ópera de Oslo y ella debería haber dicho a los medios ‘No se habla de mi escote y sigo adelante’, pero lo que hizo fue todo lo contrario: masculinizarse, encargar ese mismo traje de tres botones en diferentes colores e ir vestida siempre igual. Fue un error, porque se puso un uniforme para que no se opinara de ella, si bien es verdad que a partir de ese momento creó un patrón. Aquí también está la inseguridad, aunque seas la persona más poderosa de Europa. La presión estética y heteropatriarcal es muy heavy.

- Los pezones de Ione Belarra...
- Pero ella ha actuado muy bien. Los ha reivindicado, no se ha escondido y no ha tapado la foto. ¿Cómo se nos ocurre opinar sobre los pezones de una mujer con el fin de hacer mal y desestabilizar.

- Usted les ha recomendado que lleven traje. Choca un poco.
- Los trajes no son propiedad de nadie, no tienen ideología, como los estampados. Se hace broma con el estampado de leopardo, que los pueden llevar chonis, putas y pijas. Pues los trajes tampoco son de nadie: es una pieza de trabajo que llevan los hombres al Parlament, seas de derechas o de izquierdas, porque necesitamos recuperar ese respeto a las instituciones que vamos perdiendo. Tampoco estaríamos en el Parlament comiendo pipas y con una lata de Coca-Cola.

- Usted tiene una imagen muy singularizada. ¿Se la recomendaría a una política?
- Si cree que puede llegar a una franja determinada con este look, la mantendría. Lo podría recomendar a alguien, siempre que se sienta seguro con él.

- ¿Es la responsable de haber quitado el flequillo a las de Bildu?
- No, pero las mujeres de Euskal Herria llevan siempre peinados muy modernos y muy arriesgados. Hubo una época del flequillo que ya pasó porque ya han evolucionado. Las mujeres de Euskal Herria visten mejor que las catalanes.

- ¿O hay una estética política catalana?
- Sí, hubo una época que Esquerra entró en las instituciones y trató de desmarcarse de la derecha, con Puigcercós y Tardà vestidos de negro, pero también eso ha evolucionado y hay gente que ya sabe que el negro es para el duelo. Hay que ir más claros, pero los hombres no se atreven y eso nos da espacio a las mujeres, que podemos vestirnos de rojo y resaltamos.

- ¿Qué líder casa bien su imagen y el mensaje político que transmite?
- Yolanda Díaz. ¿Tendría que ir, con vaqueros? Pues no. El hecho de que los vestidos que lleva pueda que sean ecológicos, hechos en algún taller de una ONG y que los beneficios van a fines sociales, casa muy bien con su mensaje. Los valores no están reñidos con llevar un vestido fantástico rojo o llevarlo gris, que es lo que se espera de una comunista. En un acto apareció con vaqueros y una camiseta con la imagen de la Princesa Leia, que es la salvadora del pueblo oprimido. El valor de la asesoría de imagen es ese: ir con una imagen adecuada mientras respetas los valores que quieres transmitir. Puedes ser de izquierdas, comunista, progre y comprometida y llevar una imagen adecuada.

- ¿Y quién necesita un cambio?
- El pobre Iceta. Necesita que le ayuden un poco con trajes a medida.

- ¿La imagen de Pedro Sánchez es adecuada?
- Sí, antes no arriesgaba nada, pero ahora lo hace más.

- ¿Puede que haya tenido que ver que se siente más fuerte?
- Sin duda. Eso es algo que se ve claramente, que cada vez está más seguro de sí mismo y los transmite en su imagen.

- ¿Qué les pasa a los Vox, que van vestidos como para ir a una montería?
- Pues que seguramente les gusta, la caza, les gusta el aspecto militar y, el uno por el otro, se imitan y hay un efecto dominó. En sentido inverso, provoca que la izquierda ya no use ese tipo de prendas asociada a este partido. Es una mancha de aceite: si ves que los de tu cuerda, los de Vox, van de verde militar tú también te lo compras.

- ¿Y al PP con el ‘fachaleco’?
- Que se la han hecho suya. Es una pieza que abriga y que va muy bien para ponerse debajo de la americana. Lo hemos visto tanto en unos líderes concretos, que ya es suya y pasa a ser el ‘fachaleco’ . Actuamos un poco como rebaño de ovejas, vamos todos igual en nuestro grupo. Por eso es importante cambiar la vestimenta, porque si veo que el de mi lado se arregla, yo también. Se ha visto con Yolanda Díaz, que ha provocado que se arreglen más todas las demás ministras. Eso pasa mucho y es bueno que pase.

- ¿Qué alguien de izquierdas se pusiera esa prenda y otra asociada a la derecha podría ayudar a ampliar la base social del partido?
- Pues probablemente, tras los primeros días de risas de los amigotes, ya está. Hay que saber aguantar el chaparrón y tener la seguridad de llevar esa prenda porque te da la gana o porque no quieres pasar frío, les guste o no. No hay que tener prejuicios.