Catalina Bibiloni, presidenta de la Junta de Docents no Universitaris de Mallorca. | Juanjo Roig

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Catalina Bibiloni fue nombrada en enero presidenta de la Junta de Personal Docent no Universitari de Mallorca, por lo que representa a todo el sindicalismo. Es profesora de Formació i Orientació Laboral en el CIFP Pau Casesnoves y combina el nuevo cargo con el de vicepresidenta de la OCB.

¿Cómo encara su presidencia?   
— Cosme Orell dejó el listón muy alto como presidente. Continuaré apostando por el consenso de la junta, porque todos los sindicatos queremos mejorar la educación pública y las condiciones de los docentes. Durante los pasados cuatro años se ha demostrado que vamos a una, como en la manifestación conjunta que hicimos en octubre.

Se muestra muy crítica con la gestión del conseller de Educació, Martí Mach.
— Es que no ha hecho ninguna propuesta de mejora de las condiciones de los docentes, no se ha reducido burocracia ni tampoco las ratios. No nos ha puesto sobre la mesa ningún acuerdo negociable y el Acord Marc no ha salido adelante. Anuncia, pero no hace nada. Este año hará ocho años que lidera la Conselleria, pero no hemos conseguido ninguna mejora. March hace grandes discursos, pero no los acompaña con acciones.

¿Qué objetivos creen que pueden conseguir antes de que acabe la legislatura?
— Los puntos consensuados del Acord Marc: reducción de ratios, recuperar la licencia de estudios que se perdió con Bauzá y no se ha recobrado; rebajar el horario lectivo en maestros y profesores de Secundaria; disminuir la burocracia en los centros; implantación de la carrera profesional docente, porque somos los únicos funcionarios que no la tenemos; y, también, que los interinos recuperen el derecho de seguir cobrando en verano.

¿No ha habido ninguna mejora?
— Es verdad que hay más docentes que nunca, pero no se ve en las aulas. Eso es porque hay mucha diversidad cultural, el alumnado no es homogéneo. Se ve más claro en zonas costeras o Inca, por ejemplo. Un profesor no puede atender tanta diversidad con los recursos actuales. Tendrían que poder desdoblarse en grupos para atenderlos mejor. Hay más profesores, pero también más alumnos y diversidades que requieren de mayor inversión.

¿Lo que piden se podrá cumplir antes de las elecciones de mayo?
— Hace ocho años que lo pedimos y el conseller no ha hecho nada. Debe ser más reivindicativo ante la presidenta para pedir más inversión, pero desde entonces, ni una mejora laboral. Tenemos memoria.

El presidente del Sindicato Médico de Balears, Miguel Lázaro, dijo que «la sanidad no gana elecciones, pero te las puede hacer perder». ¿Piensa igual?
— Los docentes están en la misma tesitura. Hace ocho años hubo un cambio de gobierno tras la marea ‘verda’ surgida por el TIL.

¿Temen que empeore la relación con la Conselleria con un gobierno de derechas?
— Pensamos que las izquierdas quieren mejorar la escuela pública, mientras que para la derecha no es un objetivo. Sin embargo, los docentes queremos que se cumplan las promesas.

Es crítica con la Lomloe. ¿El curso se está sobrellevando mejor de lo esperado?
— Di una vuelta por los centros para ver cómo está la situación, que es de casamiento emocional. En septiembre he visto a docentes como si fuera final de curso, y esto se debe a que no tienen instrucciones claras y les crea ansiedad. El plan digital de docente es otra exigencia añadida. No hemos tenido tiempo para reflexionar, se ha implantado corriendo, mientras que en Catalunya no se está aplicando y su conseller no está en la cárcel. Los docentes han dado una oportunidad tras otra a la Conselleria porque hizo muchas promesas. Veníamos del desierto, pero las mejoras que no llegan. La legislatura acaba y también la paciencia de los docentes. Si los docentes no acaban contentos, lo recordarán en las urnas. Se puede traducir en un absentismo a la hora de votar. Es el sentimiento que estamos recogiendo en las aulas.

Como profesora de FP, ¿cómo ve a su colectivo?
— Las empresas privadas ofrecen mejores sueldos que la docencia. Faltan electricistas y es más fácil trabajar en una empresa privada que enseñar. Además, la Lomloe dice que para ser docente tienes que ser titulado universitario. Esto ha implicado que haya profesores interinos sin carrera, pero si con una trayectoria de 25 años, que están sin empleo. En el resto de comunidades se ha llegado a acuerdo, pero aquí están parados porque la Conselleria no ha querido hacer una moratoria.

Pero, ¿cree que se está apostando por estos estudios?
— Sí, es verdad. Aun así, no entendemos por qué hay que a través de la FP dual se facilita mano de obra barata y cualificada, alargando prácticas en empresas privadas; antes, los alumnos, justo al titularse, ya eran demandados y entraban a trabajar.