La presidenta del Govern observa a los diputados de Més en el pleno del Parlament. foto Miquel A Cañellas Canellas | miquel a. canellas

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Més calcula que la exención del catalán en la sanidad apenas afectará a unos 200 profesionales de las 15 categorías en las que hay déficit de sanitarios. El acuerdo al que han llegado Més y PSIB fija que estos 200 profesionales tendrán apoyo para aprender catalán aunque no se les exigirá como paso previo para acceder al proceso de estabilización de sus puestos de trabajo. Otros 2.000 médicos y enfermeras deberán demostrar que tienen el certificado de catalán y, en caso de no poder hacerlo, tendrán una moratoria de dos años para hacerlo.

Donde sí hay coincidencia entre socialistas y ecosoberanistas es en la necesidad de que la Ley de Función Pública, que obliga al conocimiento del catalán para acceder a la Administración, se aplique a partir de ahora con más rigor. Hay coincidencia en que en los últimos años ha habido cierta laxitud en la aplicación de esta norma, lo que ha supuesto que, de facto, no se ha exigido el catalán como norma general.

Més y PSIB han acordado que se respete al espíritu de la ley y la exención del catalán solo se aplique cuando no hay personal para cubrir las bajas, que es exactamente lo que marca la ley: se puede exonerar, pero debe estar muy justificado y debe ser muy específico, nada general. Més incluso ha anunciado que irá más allá y en la próxima legislatura pedirá una modificación de la ley para reforzar la exigencia.

El acuerdo entre los dos partidos se cerró finalmente entre Francina Armengol y Lluís Apesteguia después de que el IB-Salut revisara con detenimiento el número de personas que se habían presentado al plan de estabilización, si había o no déficit en cada una de las especialidades y con los datos de conocimiento de catalán de cada uno de ellos. Apesteguia explicó el acuerdo a la ejecutiva de Més, convocada de urgencia la noche del martes por vía telemática.

El acuerdo se ha anunciado el mismo día en que se había convocado el Consell Social de la Lengua Catalana para abordar este asunto tras el malestar generado en entidades como la OCB. La presidenta ya no iba a acudir a la reunión después de cerrar el acuerdo con Més.