Patricia Gómez.

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Las categorías sanitarias con dificultad de cobertura dentro del plan de estabilización de interinos siguen quedando exentas de presentar el requisito del catalán. Pero si bien en un principio se había dicho que eran 50, es decir, la totalidad de los médicos y enfermeras, ayer y tras la crisis entre los socios del Govern, se redujeron a 15. Ahora bien, la Conselleria de Salut fue incapaz de precisar cuáles son y hay que remitirse a las declaraciones del coordinador de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, que cree  y acepta que apenas 200 personas quedarán finalmente exoneradas de acreditar la lengua en este proceso.

Desde Salut, por su parte, aseguran que se está elaborando un estudio más conciso que podrá hacer público en los próximos días. Cabe precisar que no es lo mismo que la categoría exonerada sea la de facultativos especialistas de área (FEA) que per se ya implica a 463 plazas    o la de enfermeras, que son 807; a que sea una más específica como son las 25 plazas del sector de enfermeras de urgencias de Atención Primaria.   

A las 35 categorías desconocidas a las que ahora les han cambiado las condiciones lingüísticas, se las iguala con el resto de personal de la función pública. Es decir, una vez obtengan la plaza fija, si no tienen la titulación de catalán requerida, dispondrán de dos años para acreditarla.

En caso contrario, como dice el decreto ley 6/2022 de nuevas medidas urgentes para reducir la temporalidad en la ocupación pública, no perderán la plaza pero sí podrán ser desplazados de su lugar de trabajo a otro por una falta de adecuación a sus funciones mediante un procedimiento contradictorio. «Estas personas estarán obligadas a participar en todas las convocatorias de pruebas de lengua catalana que vaya convocando la Direcció General de Política Lingüística y la Escola Balear d’Administracions Públiques», reza la normativa.

Al convocar el proceso, el Servei de Salut definió que todas las categorías formadas por médicos y enfermeras eran deficitarias, es decir, 2.283 puestos de trabajo de los 4.115 ofrecidos, por lo que debían regirse por la Ley 4/2016 de medidas de capacitación lingüística para la recuperación del uso del catalán en el ámbito de la función pública. Ahora, sin una cifra oficial, Més per Mallorca cree que se reducirán a unas 200 y firma así la paz en el Ejecutivo.

El Govern justifica que este cambio ha podido realizarse gracias a los datos extraídos de la documentación presentada en las 5.956 solicitudes para los 2.283 puestos de Medicina y Enfermería de esta convocatoria. A raíz de lo recopilado, rezaba ayer un comunicado, «se permite resolver que la mayoría del medio centenar de categorías puede cubrirse con profesionales con el nivel exigido de catalán».

«No es un problema»

En la misma nota informativa, el Govern recuperaba además el discurso de que «el catalán no es un problema para traer a profesionales sanitarios». Como se recordará, fuentes del IB-Salut justificaron el pasado lunes que la excepción sanitaria que hasta entonces había defendido la misma presidenta Armengol, se realizaba porque era necesario ser la comunidad más atractiva y competitiva en un contexto de falta generalizada de médicos y enfermeras no sólo en el país, sino en todo Europa.

Salut tiene muy presente que el proceso de estabilización es simultáneo en todo el Estado y que, pese a que las plazas en principio son para hacer fijos a interinos que ya trabajan aquí, podrían presentarse profesionales de cualquier parte del Estado.

El lema «la salud va primero» que defendió la presidenta del Govern el lunes y las explicaciones de Salut se encontraron con el desmarque de sus socios en el Ejecutivo. La situación finalmente se recondujo ayer, justo a tiempo antes de que se produjera la anhelada convocatoria anual del Consell Social de la Llengua Catalana. Lo que iba a ser un encuentro crispado en defensa de la lengua cooficial de les Illes se convirtió en un acto de celebración y buenas palabras.