Turistas paseando por la Platja de Palma con ropa de verano el pasado mes de diciembre. | ARCHIVO

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Canarias y Baleares tiraron del carro del crecimiento económico en España en el cuarto trimestre. Según los datos publicados ayer por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), los dos archipiélagos experimentaron el mayor incremento interanual con subidas del 4,2 % y el 3,5 %, respectivamente.

En el caso de Baleares, ese impulso extra es más destacable si cabe al coincidir con el final de la temporada turística, que con la buena inercia del periodo estival y el mantenimiento de las altas temperaturas se alargó prácticamente hasta diciembre. Las Islas superan en ocho décimas el crecimiento medio registrado en el conjunto del Estado de octubre a diciembre, fijado en un 2,7 %.

La variación intermestral, por otro lado, es únicamente de un 0,1 %, una variación mínima pero positiva al fin y al cabo. Más si cabe teniendo en cuenta es que la comparativa se hace con el mejor trimestre del año. Baleares ejemplifica la evolución positiva que la economía estuvo marcando durante todo el 2022, lo que ha provocado que la mayoría de las revisiones de previsiones de crecimiento hayan tenido que hacerse al alza.

La AIReF señala al respecto que el propio Instituto Nacional de Estadística (INE) viene advirtiendo que las estimaciones de la Contabilidad Nacional Trimestral están registrando revisiones de mayor magnitud de lo que es habitual. Y todo ello, «en un contexto de elevada incertidumbre en el ámbito territorial».

Desde la Conselleria de Model Ecomòmic, Turisme i Treball del Govern se ha estado destacando el hecho de que las previsiones de crecimiento han estado por encima de las expectativas durante todo el año, especialmente después de un inicio desalentador, con los nuevos brotes de COVID derivados de la variante ómicron lastrando la actividad económica. Un frenazo al que posteriormente tuvo que sumarse el estallido de la guerra de Ucrania y la ralentización de las reservas turísticas. Con todo, a partir del segundo trimestre la actividad recobró una normalidad prepandémica que ha acabado por consolidar el crecimiento experimentado en 2022.