El oftalmólogo Scott Anderson García tocando el violín. | Redacción Local

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Al empezar a estudiar Medicina, Scott Anderson García pensaba que «nunca» retomaría su pasión por el violín, que empezó a estudiar con seis años. Tras acabar la carrera en Venezuela, donde nació y vivió hasta acabar la carrera, hizo el examen Médico Interno Residente (MIR) en Vigo, especializándose en oftalmología. Retomó clases privadas y luego combinó la formación con el trabajo. «Me supuso mucha dedicación, pero tenía la espinita clavada», confiesa con acento venezolano mezclado con gallego el médico, que este martes fue premiado por la Conselleria d’Educació por su «excelencia académica» al sacar una nota media de 9 puntos en el Conservatori Superior de Música de les Illes Balears.

El músico se ha beneficiado de una ayuda de 1.500 euros que la Conselleria da para promocionar a los alumnos de estudios oficiales de enseñanzas artísticas superiores que obtienen una nota media igual o superior a la que ha conseguido. García se licenció en 2021, pero hasta ahora no se había podido celebrar el reconocimiento. «Es una ayuda buenísima; en mi caso tengo la suerte de trabajar de otra cosa, pero si solo te dedicas a la música es estupenda para continuar formándose e incluso para los primeros años de carrera», comenta.

El músico confiesa que se enteró de que podía optar a la ayuda a través de su profesor, pero asegura que este premio es poco conocido entre los estudiantes del conservatorio. «Solo me he presentado yo», dice. De hecho, la Conselleria informó este martes de que únicamente recibieron una solicitud, y puede dar hasta tres subvenciones. «Espero que los alumnos conozcan esta ayuda y puedan beneficiarse», afirmó García. El interés por la música le llevó a formar parte del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, del que guarda un gran recuerdo. «Es una institución muy reconocida», señala.

DaBraccio Quartet

La intensidad del trabajo como médico en Oftalmedic Salvá no le ha frenado en su entusiasmo por tocar música. El venezolano fundó en 2020, junto a tres amigos, el DaBraccio Quartet, con el que ya han tocado tres veces en Barcelona. Aparte de este proyecto, también participa como violinista en diversas orquestas de Mallorca. «Combinarlo con la medicina requiere mucha disciplina, sobre todo por los horarios, y mucha dedicación que implica tener menos tiempo libre», explica, y añade: «Detrás de un concierto de una hora hay un mes de ensayos, tanto de estudio individual como en grupo», concluye.