El doctor Alfonso Ballesteros. | Pilar Pellicer

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«El inductor de que yo reciba el premio Camilo José Cela de Humanidades fue el mismo Camilo José Cela», confesaba hace unos días el doctor Alfonso Ballesteros, quien presentó ayer al público su libro El lenguaje de la medicina, premiado por el patronato Científico del Col·legi Oficial de Metges de Balears (COMIB). Y es que fue médico, pero sobre todo amigo, del premio Nobel y también de su primera esposa, Rosario Conde, cuyo recuerdo estuvo presente en buena parte del acto. «Pese a la diferencia de edad», confesó, «congeniamos muy bien y tuvimos muchas conversaciones lingüísticas. Eso influyó en que me interesara y tomara apuntes sobre este tema», relató.

Cela es, de hecho, colegiado de honor del COMIB, cuya sede acogió la presentación del libro que ha recibido el galardón que lleva su nombre. El doctor Antoni Bennàssar, director ejecutivo del Patronat Científic del COMIB, presentó la ceremonia y explicó que con este reconocimiento «el círculo se ha cerrado».

Pero el de ayer fue sobre todo un homenaje al doctor Alfonso Ballesteros. El salón de actos se llenó de amigos, desde el decano de la Facultad de Medicina, Miquel Roca; al presidente del Parlament, el también médico Vicenç Thomàs; o el ex director general del IB-Salut, o Juli Fuster, quien se sentó junto al presidente del Sindicato Médico, Miguel Lázaro. También acudieron el jefe de Medicina Interna de Son Espases, Javier Murillas; el cirujano cardiaco Oriol Bonnín o la misma consellera de Salut, Patricia Gómez, entre muchos otros.

Sin embargo fue el doctor Javier Cortés, secretario general de la Reial Acadèmia de Medicina (RAMIB), el encargado de introducir al autor. «Trabajar con él ha sido de las mejores cosas que me ha dado mi vida profesional», señaló, entre otras anécdotas. Además, leyó unas palabras de Camilo José Cela Conde, hijo del literato y amigo también del autor, quien excusó su ausencia a la presentación de un libro cuyo premio «no existiría sin el empeño del doctor Ballesteros», recordó. «Estoy tan emocionado que no encuentro las palabras», dijo el    protagonista, Alfonso Ballesteros, que en la actualidad sigue en activo como consultor de Medicina Interna en la Mutua Balear y en Quirón Palmaplanas.

Ballesteros se confesó feliz por varios motivos. Por un lado, por el escenario del acto, porque «llevo más de 53 años colegiado, siempre he estado vinculado al COMIB». Por otro, porque recordó que el mismo premio se había otorgado con anterioridad al forense Javier Alarcón y al doctor Cortés, «lo que garantiza que la colección Humanidades puede tener una larga trayectoria». Y por último, por recibir un premio cuya creación impulsó él mismo, en honor a un amigo, indicó antes de dar varias pinceladas sobre El lenguaje de la Medicina desde la era clásica a la actualidad.