Otra movilidad. Los cambios en los usos de la movilidad pueden tener una incidencia directa en la reducción de los contaminantes del aire. Un mayor uso del transporte público y la movilidad eléctrica o compartida son factores que contribuyen a esa reducción. | R.L.

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La presencia en Palma de dióxido de nitrógeno, uno de los principales contaminantes, ha bajado a la mitad en los últimos 16 años. Concretamente, de un valor de 52 microgramos por metro cúbico de aire en 2006 se ha pasado a 25 en 2022, según datos de la Direcció General d’Energia i Canvi Climàtic.

Este presencia de dióxido de nitrógeno debe tomar como referencia los valores límite establecidos por la normativa estatal. En 2006, el valor límite anual para la protección de la salud era de 48 microgramos por metro cúbico. Por tanto, Palma lo superaba en ese año. Actualmente, el valor límite es de 40, por los que los 25 registrados en 2022 quedan muy por debajo de ese nivel.

En los años 2020 y 2021, de confinamiento y pandemia, los valores fueron de 24 y 22 microgramos, respectivamente, por lo que la recuperación de la normalidad en la actividad y en la economía en 2022    no ha supuesto un incremento considerable en los valores. Más bien ha sido ínfimo, teniendo en cuenta que el valor de 2019, prepandemia, y que podría ser la referencia para el año pasado, fue de 32 microgramos. Es decir, en 2022 hubo una reducción significativa respecto a 2019. De hecho, no fue hasta 2020 que Palma consiguió unos datos inferiores a los 30 microgramos por metro cúbico.

Foners-Avingudes

Cabe decir que los datos corresponden a la estación de control instalada en la confluencia de la calle Foners con Avingudes, una ubicación estratégica precisamente por la alta intensidad del tráfico rodado en esa zona, aunque puede captar contaminaciones procedentes de otras fuentes. Los principales focos emisores de dióxido de nitrógeno en el ámbito de Balears son el tráfico de vehículos y las centrales de producción de energía eléctrica.

Otras estaciones de control, fijas o móviles, de Balears indican una calidad del aire buena o excelente. Sólo Palma muestra unos niveles de contaminación que podrían acercarse a los límites, pero aun así quedan claramente por debajo.

El conseller de Transició Energètica, Juan Pedro Yllanes, ha valorado positivamente los datos: «Balears y Palma en concreto han mejorado sustancialmente la calidad del aire en los últimos años y eso supone también una mejora para la salud, la calidad de vida y el medio ambiente. El impulso a los vehículos eléctricos y el cierre de una central térmica como la de es Murterar han contribuido a unos buenos datos en lo que se refiere a la calidad del aire». Actualmente existen líneas de ayudas por 42 millones de euros para la compra de vehículos eléctricos, instalación de puntos de recarga y movilidad compartida.

El apunte

Reducción de los óxidos de azufre en los cruceros

El dióxido de nitrógeno está más relacionado con el tráfico de vehículos y las centrales eléctricas, mientras que los óxidos de azufre    están más vinculados a la contaminación de los cruceros turísticos. La Organización Marítima Internacional ha establecido que, a partir del 1 de mayo de 2025, los cruceros del Mediterráneo deberán reducir en un 80 % sus emisiones de óxidos de azufre. Esta decisión se enmarca en la declaración del Mediterráneo como Zona de Control de Emisiones de Óxidos de Azufre.