Santa Catalina. | Pilar Pellicer

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La Asociación Mallorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes, Restauración Mallorca CAEB, y la Asociación Balear de Ocio y Entretenimiento, ABONE, proponen que se contemplen en el Convenio Colectivo de Hostelería, mediante una disposición o anexo, «las grandes diferencias que existen entre su sector y el hotelero», como ya ocurre en otros convenios colectivos provinciales del país.

«La subida del coste de la vida no sólo está afectando a toda la ciudadanía en general, sino también a estos pequeños empresarios», aseguran dichas asociaciones y, aunque comprenden y aceptan que deba negociarse una subida salarial, confían en que sus negocios «puedan seguir siendo sostenibles, continuar asumiendo su compromiso de dar trabajo al mayor número de personas posibles y, en la gran mayoría de casos, durante todo el año». Para realizar esta labor, recuerdan «es vital que se comprendan nuestras propias particularidades y así se acepte en la próxima negociación».

Tanto Restauración Mallorca CAEB como ABONE han formado parte en anteriores negociaciones de convenio, pero aseguran que en esta ocasión «vemos como el convenio colectivo está siendo negociado sin contar con nuestra opinión, ya que el sector hotelero tenía la mayoría de los votos necesarios para decidir todas las posturas empresariales sin necesitar el apoyo del resto de asociaciones empresariales, como la de restauración y ocio».

Sin embargo, recuerdan, «ese reparto de votos actualmente sería cuestionable» porque, según los datos públicos recogidos por Institut d'Estadística de les Illes Balears (IBESTAT) procedentes de la Seguridad Social, «el número medio anual de personas que trabajaron en empresas hoteleras en el año 2021 en Baleares fue de 435.150 personas, mientras que en restauración y ocio se ocuparon a 514.918 personas».

El presidente de Restauración Mallorca CAEB, Alfonso Robledo, afirma que «el convenio colectivo actual regula las condiciones de trabajo de todas las empresas del sector, como si de un hotel se tratara, pero la realidad es que si analizamos cómo funciona un hotel, en comparación con un bar, una cafetería, un restaurante, un pub o una discoteca, son totalmente distintos».

«Los establecimientos hoteleros suelen conocer con bastante antelación los clientes que se van a alojar y eso les permite prever el personal que van a necesitar, mientras que un establecimiento de restauración u ocio no lo pueden saber, ya que depende de si hace buen tiempo, llueve, habrá fútbol, o algún evento inesperado», afirman ambas patronales. Además, añaden, «el cliente de un hotel suele ser turista, con mayor capacidad de gasto, mientras que el de ocio y restauración se concentra principalmente en el residente».

Otro dato a tener en cuenta, explican, «es que la oferta hotelera de Mallorca abre unos meses al año y el resto suele permanecer cerrado manteniendo una ocupación estable durante toda la semana mientras que un bar, restaurante, cafetería o discoteca, ya sea de barrio, polígono industrial, de pueblo, de ciudad, o incluso de zona turística, permanecen con frecuencia abiertos durante todo el año, aunque, en bastantes casos, concentrando su actividad sólo los fines de semana».

Alfonso Robledo argumenta que «podría entenderse que un camarero de un hotel cobrara más porque trabaja sólo seis meses al año y el resto posiblemente esté desempleado». Pero, añade «una simple cafetería que abre todos los meses del año y cotiza durante los 365 días, no se puede permitir pagar a su personal como si fuera una gran empresa ya que son realidades muy distintas». Esto es así, concluye Robledo, «porque la competencia en los precios es brutal y el cliente mira mucho su bolsillo a la hora de elegir dentro de la oferta ofrecida».

Por su parte, en palabras del presidente de ABONE, Miguel Pérez-Marsá, «los empresarios del ocio y restauración suelen ser, salvo raras excepciones, microempresas o incluso autónomos donde el mismo dueño está detrás de la barra o la caja registradora». Por tanto, explica, «creemos que no se les puede tratar igual que a una empresa hotelera en el convenio, de ahí la necesidad de una regulación específica para el sector del ocio y la restauración».

La presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Maria Frontera, ha señalado esta mañana que hay un acuerdo con prorrogar el actual convenio «pero debe primar una cuestión clave, como es mantener la rentabilidad y buscar un equilibrio entre las empresas y los sindicatos en esta negociación» Es por ello, que Frontera ha pedido «tranquilidad, porque hay muchas opciones para negociar».