Vista aérea de Palma. | S. Amengual

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La demanda de vivienda en Baleares se ha ajustado un 1,4% en el tercer trimestre, según el III Solvia Market View 2022, informe trimestral que analiza la salud del sector residencial en España. El estudio de la firma de servicios inmobiliarios, correspondiente al periodo comprendido entre los meses de julio, agosto y septiembre, las transacciones en Baleares se ajustaron un 1,4 por ciento respecto a los tres meses previos del año, con 4.408 compraventas. "Este ajuste en la región sería un adelanto de la desaceleración de transacciones prevista para los próximos meses. El tercer trimestre de 2022 ha sido muy sólido en el número de transacciones en España. No obstante, la inflación, la subida de tipos de interés y la incertidumbre económica marcarán el camino hacia la moderación en 2023", ha destacado el director de Negocio Real Estate de Solvia, Ernesto Ferrer-Bonsoms.

De hecho, según el III Solvia Market View 2022, la perspectiva en España es que 2022 cerrará con un volumen de alrededor de 640.000 compraventas de vivienda, una cifra que superaría a la de 2021 en más de un 13%. De cara a 2023, la tendencia cambiaría y una primera estimación podría ajustarse en torno a las 580.000 compraventas al finalizar el año. Unos niveles, no obstante, que seguirán siendo superiores a las cifras previas a la pandemia. Este trimestre, el número de transacciones en España se ha incrementado un 8,9% interanual y un 2,4% trimestral. Por tipología de vivienda, es la obra nueva, con un aumento del 2,6% trimestral, la que ha acelerado el nivel de operaciones frente a la segunda mano, con un incremento del 2,4%, similar a la media nacional. En términos interanuales, la obra nueva se ha ajustado un 2,8%, fruto de la disminución de la oferta de esta tipología frente a hace un año, y la usada ha aumentado un 11,7%. En Baleares la evolución de las transacciones ha sido de un ajuste de 5,6% en nueva construcción y de un ajuste de 0,5% en la vivienda de segunda mano. El precio de la vivienda en Baleares se ha ajustado un 3,1%.

Según el III Solvia Market View 2022, los precios han comenzado a dar claras señales de desaceleración, no obstante, como ocurre con las compraventas, este comportamiento también está siendo muy heterogéneo por provincias y regiones. En Baleares, el precio medio en este tercer trimestre ha sido de 3.082 euros por metro cuadrado, un 3,1% inferior respecto a los tres meses previos. En España, aunque el aumento del valor de la vivienda en el tercer trimestre es todavía perceptible a nivel interanual (6,2%), la evolución trimestral fue de tan solo un 0,1%, frente al aumento del 2,4% registrado en los tres meses anteriores.

En este caso, la nueva edición del análisis de la firma de servicios inmobiliarios mantiene su estimación de un incremento de precios para final de año de entre el tres y el cinco por ciento interanual, que seguirá durante 2023 con repuntes de no más del 1,5% o el 2,5%. Atendiendo a la tipología de inmueble, la vivienda nueva --2.091 euros por metro cuadrado-- ha registrado un aumento del 1,7% trimestral --un descenso de 2,1% en Baleares--, y la usada --1.931 euros por metro cuadrado-- un descenso del 0,3% --un 3,3% a nivel regional--, dejando de impulsar las alzas de precios como venía haciendo en los trimestres anteriores.

En Baleares, el precio del alquiler se ha situado en los 13,6 euros por metro cuadrado al mes en el tercer trimestre del año, lo que supone un descenso del 1,4% frente al trimestre previo. En España, el precio se ha situado en 11,3 euros por metro cuadrado al mes, solo un 0,1% más que el trimestre anterior, pero un 6,4% por encima de hace un año.

Esto demuestra, de acuerdo con el informe de Solvia, que la demanda se mantiene fuerte en las grandes ciudades, mientras la oferta se ve limitada tras el tope máximo del dos por ciento en la subida de los alquileres hasta final de 2022. De hecho, el stock de inmuebles en alquiler ha pasado a representar el ocho por ciento de la oferta residencial en España, cuando el trimestre anterior era el 10%. Finalmente, de cara al cierre del año, desde Solvia han apuntado a que el impacto de una inflación persistentemente elevada y unas condiciones de financiación más duras para los compradores puede conllevar una mayor demanda de alquiler, que a su vez lidiará con la falta de oferta disponible, lo que puede tensionar los precios.