Jaume Burdils. | Pilar Pellicer

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La mentoría es un término que lleva más de diez años en España pero poco se conoce. Se podría definir como un acompañamiento inclusivo para que un persona (aprendiz o discípulo) desarrolle sus habilidades sociales o laborales. Existen varios tipos de mentoría, pero normalmente se ha empleado en su historia en un ambiente organizacional, es decir, para mejorar aptitudes dentro de una empresa.

Pero hace un año, tres personas desarrollaron una nueva mentoría enfocada a la salud y el bienestar. Detrás del proyecto Mentoría Positiva están Eugenia Bretones, creadora del método   Faezeh Sheykhi, y el mallorquín    Jaume Burdils (Palma, 1976), un sociólogo y experto en política con una discapacidad de nacimiento, un glaucoma congénito que le provoca baja visión.

Porque esta mentoría pretende ayudar no solo desde la teoría, sino desde la experiencia personal. Eugenia padece una enfermedad crónica desde los 39 años, y sabe de primera mano cómo es recuperar la actividad laboral desde cero. Jaume ha sufrido las consecuencias de tener discapacidad en entornos laborales, por lo que su apoyo parte desde las vivencias personales.

La ayuda

«En España no hay este tipo de mentoría y muchas veces pensamos que el problema de no tener trabajo es por una situación complicada, pero no. El tema es que a veces según qué colectivos necesitan un empujón, como mejorar su seguridad o autoestima», expresa Jaume Burdils sobre Mentoría Positiva, que empezará en enero y las consultas serán online.

Este método se enfoca especialmente en el acompañamiento inclusivo con especial atención a la diversidad de género –mujeres que han sufrido algún tipo de maltrato–, de capacidad, origen o edad de las personas. Es decir, hacia colectivos más vulnerables. Entre los tipos de acompañamiento destaca el social, personal y laboral o bien cómo rehacer la vida tras sufrir un accidente y que provoque un cambio en tu vida.

Jaume es más conocedor del ámbito laboral y las distintas capacidades. Él mismo ha sufrido situaciones difíciles por su condición, y por ello sabe cómo empoderar a una persona que ha tenido una vivencia similar:«El mentor, en este caso yo, intentaría enseñar los recursos que le faltan, analizar su trayectoria vital, los valores y recorrido profesional y sus objetivos, a la vez que trabajar la empatía y la confianza con uno mismo», resalta. Porque el principal eje para diferenciarlo del Coaching, explica Jaume, es que en Mentoría Positiva «todos partimos de la experiencia personal».