Las llaves del Reino de Mallorca.

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Dos acreditadas investigadoras y especialistas en joyería histórica, Letizia Arbeteta Mira y Elvira González Gozalo, llegaron    a la conclusión de que la llave del Reino de Mallorca, que se trajo recientemente, no es de la época de las Germanías, sino una joya de mediados del siglo XIX. Elvira González, que cuenta con numerosos, valiosos y muy puntillosos estudios sobre la historia del Arte en Mallorca, apuntó la hipótesis de que la llave sea obra de Reinhold Vasters (Eskelenz, 1827-Aquisgrán, 1909).

Tirando de ese hilo y siguiendo esa línea de investigación tan interesante y atinada vamos a poner sobre la mesa algunas conjeturas que hemos ido engarzando y averiguando, empezando por ¿quién fue Vasters? Uno de los diseñadores de joyas y joyeros más importantes del siglo XIX. Hijo de un cerrajero, montó antes de 1851 un taller, con otro socio, en Aquisgrán para hacer joyas litúrgicas. Sus creaciones son verdaderas obras de arte y de hecho se pueden ver en algunos de los museos más importantes del mundo: el British, el Louvre, Victoria&Albert Museum, el Metropolitan, etc.

Cuando Vasters murió en 1909, era un gran coleccionista, dejó una tonelada de verdaderas obras de arte que fueron subastadas, entre ellas un Velázquez, e infinidad de joyería más una biblioteca impresionante. Y fue precisamente en 1909 o en 1919, no está el asunto nada claro, cuando algún merodeador del Victoria&Albert Museum (Londres) se hizo con más de mil diseños dibujados de sus joyas o parte de las mismas. En principio se creía que eran dibujos originales de un orfebre del Renacimiento, pero hacia 1979    el historiador Charles Truman (1949-2017) demostró en un artículo publicado en la revista    Connoisseur que estos dibujos eran obra de Vasters, con lo que muchas joyas que se consideraban de los siglos XVI y XVII resulta que estaban hechas o falsificadas o reproducidas en el siglo XIX, como sucede con las dos llaves neorrenacentista    del Reino de Mallorca que en el 2000 subastó Christie’s y que pertenecieron como bastantes joyas de Reinhold Vasters a la familia Rothschild, una de las sagas más ricas del mundo en el siglo XIX y ahora. Truman, por otra parte, conocía muy bien las colecciones de joyas de los Rothschild, especialmente sus numerosas cajas de oro.

No sabemos si Vasters y el primer comprador de las llaves, Alphonse de Rothschild, se trataron directamente, es posible que no y que lo hicieran a través de un importante marchante vienés de la época, Frédéric Spitzer (1815-1890) que también era proveedor de antigüedades de Vasters. En una nota, que publicó Christie’s, se lee que    Alphonse de Rothschild pudo comprar las llaves cuando    tenía 22 años; es decir, probablemente a mediados del siglo XIX. Ahora bien, ¿cómo llegó la historia de Carlos V y los ‘agermanats’ al taller de Vasters y quién fue el mensajero? Da la impresión de que Alphonse de Rothschild compró las llaves porque le gustaban para su colección de joyas sin más, sin saber nada de su historia, incluso en una nota parece ser que relacionaba con un episodio histórico de Valladolid.

Uno de los Rothschild,    Nathaniel, estuvo en Mallorca en 1893 y escribió un libro con sus impresiones isleñas, por aquellos años se carteaba con el archiduque Luis Salvador. Tal vez en ese libro sobre Mallorca, hay un ejemplar en Viena, y en esas cartas, que están en la Fundación Rothschild, se encuentre (creo que no habrá nada en ellas) alguna clave en el sentido de que Nathaniel le contara algo al Archiduque sobre las llaves del Reino de Mallorca. Nathaniel era de la rama austriaca de los Rotshschild, por otra parte Vasters era un entusiasta del siglo XVI y tenía su taller en Aquisgrán donde fue coronado    imperialmente (1520) Carlos V, no sé si le llegaron hasta allí los efluvios de las Germanías hasta el punto de recrear una joya.    Hoy    pueden ver ustedes, en Ultima Hora, algunos de los diseños más fantásticos del joyero germano que casi seguro hizo unas llaves sobre nuestra historia realmente bonitas. Dos cosas que no he podido calibrar: que Vasters (o los miembros    numerosos de su amplio taller) utiliza muy pocas veces las letras góticas o renacentistas en sus diseños, que pese a ver un montón de obras suyas no he visto que cincelará otras llaves (una pieza que al parecer no cultivaba mucho), como sí repetía muchos temas recurrentes como los colgantes o pinjantes de perrillo o las copas de vidrio con elementos mitológicos. Lo que sí está claro es que las bandas que diseñó, y que están en el Albert&Victoria Museum, sí tienen el mismo cromatismo y ritmo que la llave del Reino de Mallorca que se puede ver esta temporada en nuestra Casa Consistorial.