El grueso de los 22 detenidos por la fuga lleva alrededor de un año en prisión preventiva en el centro penitenciario de Palma, donde ingresaron tras el motín. | ALEX SEPULVEDA

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Las defensas de los 22 marroquíes presos por la fuga del avión de Air Arabia en el aeropuerto de Son Sant Joan han pedido su libertad al hilo de la reforma del Código Penal para suprimir el delito de sedición. La mayoría de los procesados llevan en la cárcel desde el mismo momento del incidente, el cinco de noviembre de 2021. La reforma legal cuyo recorrido parlamentario fue aprobado el jueves en el Congreso de los Diputados suprimiría el delito más grave por el que se les investigaba. La magistrada incluyó la sedición en el auto de procesamiento contra los 22 acusados. Además de este tipo penal también incluía otros como coacciones sobre el resto de los pasajeros y la tripulación, favorecimiento de la inmigración ilegal y el delito de sedición específico que recoge la normativa de navegación aérea, que está castigado con condenas mucho menores.

Ante la posible supresión del delito que obligó a su procesamiento y que planteaba posibles condenas superiores a los nueve años de cárcel, algunas de las defensas han planteado que se adopte la libertad de los encausados. La juez aún no ha decidido sobre estas peticiones. La modificación legal se produce antes de que la Fiscalía haya presentado su calificación provisional contra los 22 procesados y haya fijado por qué delitos decide acusarlos finalmente y qué penas les reclama.

El auto de procesamiento de la magistrada sostenía que los sucesos protagonizados por los inmigrantes encajaban en el tipo penal de sedición. En primer lugar por la violencia ejercida sobre el pasaje para conseguir salir del avión y lanzarse a las pistas del aeropuerto. También valoraba la gravedad de lo ocurrido y que obligó a paralizar durante esa noche buena parte de la actividad del aeropuerto. Otro de los argumentos que apoyaban el procesamiento por sedición era que «los hechos fueron planificados» y que existía un «grupo medianamente organizado».

Según la investigación llevada a cabo después del incidente, se descubrieron comunicaciones previas en un grupo de Facebook en el que se planeaba desviar un avión para entrar en territorio español, tal y como sucedió ese día. Uno de los pasajeros, según la magistrada, fingió una crisis diabética, una enfermedad que no padece, para conseguir un aterrizaje forzoso cuando entraban en espacio aéreo español. A partir de ahí se produjeron horas de tensión en el avión hasta que un grupo de pasajeros saltó a la pista para entrar de forma ilegal en territorio nacional.