Alemanes, nórdicos, franceses y suizos son los grandes demandantes de los hoteles boutique y urbanos de Palma por su calidad, infraestructuras y servicios. | Jaume Morey

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La fuerte demanda europea ha propiciado que el 80 % de la oferta de alojamiento hotelera de Palma vaya a estar operativa todo el invierno y superando los ratios de productividad de 2019. El presidente de la Asociación Hotelera de Palma y Cala Mayor (ASPHAMA), Javier Vich, afirma que se están superando todas las previsiones y que ello tendrá un impacto directo en todo el tejido productivo de Ciutat y de Mallorca.

«La apuesta empresarial es tener abiertos los hoteles todo el año, pero en el caso de Palma estarán operativos el 80 % de un total de 72 establecimientos. El 20 % restante cerrará de forma puntual para hacer obras de actualización y adecuar los hoteles a la nueva normativa turística, caso de instalar las camas elevables o cambiar las calderas», señala Vich.

Ocupación

La previsión de ocupación de ASPHAMA para noviembre, es que los hoteles superarán el 55 % de ocupación, frente al 49 % de 2019. Para el resto del invierno, la media será del 40 %, «con la característica que las empresas tienen que hacer frente a un gran cambio en la comercialización, puesto que las reservas son de tal último momento (last minute) que se confirman cuatro días antes de venir al hotel», afirma Vich. Los hoteles boutique en el Casc Antic de Palma, 26 en total, registran una comercialización diferente a los hoteles urbanos, de ahí que sus medias de ocupación oscilan al alza.

Alemanes, franceses, nórdicos, suizos, españoles y británicos son los principales mercados que durante este invierno incrementarán los ratios de ocupación en los hoteles urbanos y boutique. Asimismo, los cruceros base en el puerto de Palma también tienen un impacto positivo en la oferta de alojamiento de la ciudad.

Vich puntualiza que la apuesta empresarial en los últimos años «ha creado una oferta de alojamiento muy demandada a nivel internacional por la calidad de los establecimientos y servicios que se ofrecen y gran parte de ello se debe a la evolución positiva del turismo de lujo, principalmente en los hoteles boutique». Añade que el hecho de que estén operativos todo el año «propicia un mantenimiento del empleo e incide de forma positiva en la estrategia de desestacionalización». Para la patronal hotelera de Palma, el tipo de clientela que viene «es de un alto poder adquisitivo que viene a disfrutar de todos los servicios turísticos y conocer la Isla en los meses de temporada baja y media, fuera de los meses de verano».

Turespaña, así como el Consell y la Conselleria de Turisme, resaltan la calidad de los establecimientos turísticos hoteleros de Palma que complementan al resto de sectores productivos de la ciudad y la Isla, caso de turismo de negocios, reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones, lo que se conoce en el argot como el turismo MICE. El presidente de los hoteleros de Palma y Cala Mayor reconoce que la evolución de la temporada turística «ha sido muy buena en cuanto a ingresos y productividad, pero también es cierto que las empresas tienen que afrontar unos costes de explotación muy superior a lo previsto por el aumento del precio de la electricidad y de todas las materias primas, sean o no de alimentación».

Es por ello, que la hotelería urbana de Palma tendrá un balance contable positivo, pero los ratios de rentabilidad se verán afectados por los costes productivos y esto repercutirá de un modo u otro en las empresas. El hecho de que el 80 % de la planta hotelera vaya estar abierta todo el invierno, según los distribuidores de productos de alimentación y limpieza y los transportistas de mercancías, «mantendrá la actividad en unos meses donde el flujo turístico es mínimo en las zonas vacacionales de Mallorca».