Una mujer paga su compra en una charcutería. | Toni Planells

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La reactivación económica de las Islas ha sido un hecho esta temporada y un reflejo de eso es el aumento general del consumo. No solo se ha producido un incremento del gasto turístico: la totalidad de las compras y las disposiciones de efectivo realizadas con tarjeta en el territorio balear se incrementaron un 76,2 % en el segundo trimestre del año y superaron en un 30,1 % las cifras de 2019.

Así lo reflejan los datos del Sistema de Tarjetas y Medios de Pago SA, entidad que articula el sistema español unificado de medios de pago por vía bancaria. De acuerdo con esa información, el dispendio realizado con tarjeta de abril a junio ascendió a unos 4.500 millones de euros.

Fuentes de la Conselleria de Model Econòmic, Turisme i Treball achacan el incremento obviamente a la reactivación del turismo –el gasto turístico hasta septiembre roza los 12.900 millones de euros, un 127 % más que en el mismo periodo de 2021 y un 4,3 % más que en 2019–, aunque también influyen muchos otros factores como el incremento del uso de la tarjeta en general en los hábitos de consumo, especialmente tras el periodo pandémico. Cabe recordar también que en estas operaciones se incluyen las extracciones de efectivo.

Subida del PIB

La economía de Balears subió un 18,7 % en el segundo trimestre en términos interanuales, lo que lleva al Govern a formular una previsión de un aumento del 11,1 % del Producto Interior Bruto (PIB) al término del año. El incremento se sitúa por encima del estimado para el conjunto del Estado (4 %) y de la media de la Unión Europea (2,7 %).

El aumento del empleo, la buena temporada turística y el impulso de prácticamente todos los sectores en los meses siguiente favorecen ese incremento, aunque las diferencias con el resto de territorios en la variación interanual se explica sobre todo por el mayor margen de crecimiento de las Islas tras el duro golpe recibido con la COVID y la paralización de la industria turística.

De esta manera, se conseguiría alcanzar el nivel PIB de la prepandemia a finales de año. Asimismo, el crecimiento del PIB balear seguirá situándose por encima del entorno estatal y europeo en 2023. Las previsiones del Govern –aunque con todas las cautelas del mundo debido a los condicionantes de la convulsa escena internacional– es que el año próximo se crezca un 3,9 % (frente al 2,1 % en España y el 1,5 % en la Unión Europea). Estos valores permitirán recuperar la senda del aumento del PIB per cápita del periodo comprendido entre 2015 y 2019.

Respecto a las diferencias entre las diferentes islas del archipiélago balear, las Pitiüses, Ibiza y Formentera, serán las que experimenten un crecimiento más intenso, de un 15,6 % en 2022 y un 5,4 % en 2023. Les seguirá Menorca con unos aumentos del 12,8 % y 4,9 % respectivamente. Finalmente, Mallorca será la isla que experimente el ascenso más moderado con un 10,3 % y un 3,6 %, respectivamente.

Se trata de unas perspectivas que no acaban de compartir algunos indicadores de desarrollo económico. Los datos más recientes del índice económico del Cercle d’Economia de Mallorca mantienen que persiste la desaceleración que anunciaron dos meses atrás.

Por lo que respecta a los próximos meses, el Cercle apunta como escenario más probable una intensificación de la desaceleración en términos interanuales, especialmente a partir de octubre o noviembre. La inflación es un elemento clave en esta tesitura y más de cara al año próximo: el estancamiento de los principales mercados turísticos, Alemania y Reino Unido, puede incidir en la capacidad de compra de sus ciudadanos y erosionar sus opciones de viajar al extranjero.