La Platja de Palma es uno de los enclaves preferidos por los cicloturistas, así como Platja de Muro y Alcúdia.    | Juan Luis Ruiz Collado

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Mallorca se ha convertido en el destino líder para el cicloturismo europeo en la postpandemia, de ahí el incremento de reservas en los hoteles que cuentan con infraestructura para alojar a este tipo de turismo activo durante este otoño e    invierno. La previsión es que esta temporada, en la que hay que sumar los meses de primavera de 2023, se superarán las cifras de prepandemia y se llegarán a los 200.000 aficionados al ciclismo, según hoteleros, touroperadores especializados y el Consell. Este segmento antes de la pandemia provocaba que más de 150 hoteles de Platja de Palma, Platja de Muro, Alcúdia-Can Picafort, Cala Millor, Cala Serena, Capdepera y Peguera pudieran ampliar su actividad más allá de los meses de temporada de verano.

El conseller insular de Transición, Turismo y Deportes, Andreu Serra, resalta la apuesta empresarial: «Tenemos infraestructuras, hoteles especializados y todos los servicios para atender las necesidades de este mercado, de ahí la apuesta que el Consell ha hecho por estar presente en las ferias especializadas y llegar a acuerdos con touroperadores y resto de operadores». Serra resalta el acuerdo con Eurosport para promocionar la Isla como destino de turismo activo, así como los patrocinios de la Mallorca 312, la Challenge Ciclista Mallorca y la UCI Track Champion League.

«El objetivo estratégico es consolidar lo que tenemos y ampliar la cuota de mercado. Aquí, hay que incluir la apuesta empresarial y todos los servicios relacionados con el ciclismo en cuanto a mantenimiento y alimentación. Es un apuesta de éxito, de ahí la demanda creciente», afirma el conseller. La temporada de cicloturismo abarca dos épocas muy concretas, de otoño hasta Navidad y a partir de febrero hasta después de la Semana Santa. Para implementar esta estrategia, Serra indica que hay propuestas para captar el cicloturismo femenino. «Estamos en conversaciones y todo apunta a que se podrán traer a la Isla pruebas», resalta Serra.

El impacto económico de este tipo de turismo activo en todas las zonas en las que se alojan «es muy importante, porque repercute en toda la cadena de valor turística». El presidente de la Asociación Hotelera de Alcúdia-Can Picafort, Jaume Horrach, indica que el paquete turístico medio «incluye una semana de alojamiento en régimen de media pensión y con un coste medio de más de 500 euros, a lo que hay que sumar el transporte, traslados y resto de servicios». La presidenta de los hoteleros de Cala Millor, Isabel Batle, afirma que este año «se aprecia un boom de cicloturistas, de ahí que muchos hoteles adaptarán sus aperturas y cierres de acuerdo a los grupos que reciban desde todos los mercados emisores europeos y español».

En todas las zonas en que se alojan hay infraestructura de servicios, caso de tiendas especializadas, talleres y productos energéticos específicos. «Hay una amplia diversidad de negocios que dependen de la llegada de los cicloturistas europeos para seguir activos y estar abiertos prácticamente los doce meses del año», señalan hoteleros.

Mercados

Los países de los que proceden en su mayoría son Holanda, Suiza, Alemania, Reino Unido, Bélgica, así como del mercado español. A esto hay que sumar que desde la implantación del vuelo directo de United Airlines entre Nueva York-Newark y Palma «hemos notado un aumento progresivo de cicloturistas estadounidenses», indican desde las zonas hoteleras. Aquí, hay que sumar los programas específicos que tienen montados exciclistas y campeones de Tours de Francia, Giros de Italia o Vueltas de España, caso de Sean Kelly, Toni Rominger o Lance Armstrong. Precisamente, el deportista norteamericano organiza circuitos en Mallorca por el que llegan a pagar 20.000 euros solo por correr al lado de Armstrong. Es una pincelada más de la evolución que ha tenido y tiene el cicloturismo en Mallorca.

A parte del segmento más generalista, hay grupos de cicloturistas que eligen alojarse en hoteles de cinco estrellas «porque buscan la máxima comodidad y poder disfrutar de su afición de un forma diferente, del cual salen beneficiados restaurantes, rent a car, comercios de moda y oferta complementaria», señalan organizadores de estas rutas tan exclusivas. Los operadores Max Hürzeler Bicycle Holidays y Diana Sportreisen han reforzado toda su programación en la Islas. TUI Fly, Eurowings y Condor son las principales aerolíneas de transporte para esta oferta de turismo activo, a las que se suman EasyJet, Ryanair y Lufthansa.

Mallorca, por su amplía red de carreteras, se ha convertido en el principal destino del Mediterráneo. El objetivo que se han marcado los touroperadores y el sector hotelero se ha cumplido, porque se ha recuperado la cuota de mercado perdida por la pandemia e incrementado el número de cicloturistas. El impacto económico global en la Isla durante su estancia, por todos los servicios que consumen, alcanzará desde octubre hasta finales de abril    los    300 millones de euros.