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La temporada turística ha finalizado con los mejores indicadores en cuanto a ingresos, contratación laboral y llegada de visitantes. El mercado emisor que mejor comportamiento ha tenido ha sido el alemán y el que peor ha sido el nórdico por mala programación de los touroperadores. Sin embargo, la previsión para la temporada 2023 está plagada de incógnitas e incertidumbres porque la guerra rusoucraniana parece que no tiene fin y la inflación está generalizada en todos los países europeos y no tiene visos de que se normalice y baje otra vez.

A esto hay que sumar que el aumento de las materias primas, el combustible y productos de alimentación ha encarecido las vacaciones en Baleares y dejado en una situación un tanto incómoda en comparación con los destinos competidores del Mediterráneo, principalmente con Turquía y Egipto.

Otro problema añadido es el impacto que pueda tener la negociación del próximo convenio de hostelería, que tiene que estar negociado antes de finales de abril. Los sindicatos UGT y CCOO ya han lanzado un órdago a la patronal y exigen un 15 % de incremento salarial. Esto tiene que ser asumido por las empresas, pero también es cierto que la rentabilidad de la temporada de verano ha superado todas las previsiones empresariales, aunque ahora queda hacer el balance definitivo entre ingresos y gastos. La situación es compleja y marcará la evolución de las negociaciones del convenio de hostelería.

Preocupación

«La palabra que marca la tendencia a nivel empresarial es la de incertidumbre para el próximo año. Nadie sabe lo que va a pasar y todos los operadores turísticos tienen que adoptar decisiones estratégicas para no quedarse sin plazas de avión y sin camas hoteleras en Mallorca y resto de islas. Esto explica las subidas de precios realizadas en la contratación de camas hoteleras y que haya touroperadores que hayan aceptado incrementos fuera de mercado», indican desde las patronales de los touroperadores alemanes y británicos, DRV y ABTA, respectivamente.

Desde la DRV apuntan que «los alemanes, pese a la situación de crisis, van a eliminar antes otro tipo de gastos y cosas antes que anular sus vacaciones de verano». Alltours, FTI, DER Touristik, Jet2 Holidays, EasyJet Holidays, TUI, grupos aéreos y resto de operadores turísticos europeos repiten, una y otra vez, la palabra «incertidumbre» por no utilizar el término «caos». La industria turística es la más sensibles a los factores exógenos e intangibles que no se pueden controlar, de ahí que cualquier variación repercute de un modo u otro según el músculo financiero de las empresas. La previsión no es muy optimista, pero tampoco lo era esta año en mayo y Balears ha tenido una temporada turística histórica.