La conferencia despertó el interés del público que llenó la sala de Can Campaner. | Jaume Morey

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Catedrático en el área de bioquímica y biología molecular de la Universidad de Oviedo, Carlos López-Otín destaca por sus trabajos de investigación en el cáncer, la artritis o enfermedades hereditarias. Este martes fue el protagonista de la sesión científica con la que la Reial Acadèmia de Medicina de les Illes Balears (RAMIB) retoma su ciclo de conferencias tras el verano. El doctor Joan Maria Benejam le definió como «el poeta de la ciencia», durante su presentación y, ciertamente, su reflexión sobre la Salud, cáncer y envejecimiento en la era genómica, no estuvo exenta de poesía, ni de optimismo.     

López-Otín dijo que fue a los 16 cuando se dio cuenta de que la vida «es una espiral de complejidades». A sabiendas de que el ser humano es «imperfecto» y «vulnerable», y de que las enfermedades se nutren de esta imperfección, empezó su particular cruzada. «La muerte es una consecuencia necesaria de la vida pero me abruma que sea a destiempo y eso le pedí a la medicina», explicó. Desde entonces ha participado en cambios muy relevantes en el estudio del genoma que han facilitado nuevos tipos de terapias.

Si bien «el envejecimiento es universal y el cáncer afectará a uno de cada dos hombres y a una de cada tres mujeres dentro de poco», señaló el experto, también existen nuevos conocimientos para frenarlo, como nunca antes se había visto. Carlos López-Otín ha participado en el descubrimiento e investigación de más de 60 nuevos genes humanos codificantes de proteínas asociados a enfermedades como el cáncer. Y este martes puso negro sobre blanco: «más del 50 % de los tumores se curan, otros se controlan pero no nos conformamos, hay que conocer más para curar», añadió. La ciencia ha avanzado en tratamientos personalizados en oncología gracias a agentes inhibidores, anticuerpos y agentes inmunoterapéuticos.

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El experto, durante la conferencia que ofreció en la RAMIB.

«Las células CAR-T, linfocitos modificados fuera del paciente para que sean más activos contra sus células tumorales, ya se están ensayando en el cáncer del pulmón», puso por ejemplo. Y es que «la oncología personalizada de la que tanto se habla no está tan lejos», advirtió. Aunque «hay que aprobar, validar y ser consiente de lo que vale para cada paciente. No se puede acelerar el ritmo para no volver atrás», también dijo. El mensaje de la sesión científica fue del todo positivo apelando, incluso, a los «milagros inmunológicos» o a la posibilidad de que, algún día, el envejecimiento sea reversible.