Imagen virtual de uno de los globos, aún sin fabricar, que servirían para el turismo espacial. | Efe

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La Fiscalía ve indicios suficientes de delito para sentar en el banquillo de los acusados por un delito de estafa al empresario Kemel Kharbachi, fundador y administrador único de EOS-X Space, una empresa que pretende comercializar viajes turísticos al espacio en globo. Kharbachi está bajo investigación judicial desde hace más de un año a raíz de la denuncia presentada en su contra por un inversor. Este le reclama la devolución de 100.000 euros que adelantó para la puesta en marcha del programa de turismo espacial. En su comparecencia judicial, el investigado negó cualquier estafa y defendió que su proyecto era real. Achacó a un desencuentro con un socio minoritario la denuncia pero defendió que su empresa es real y que cuenta con más inversores en todo el mundo.

Sin embargo, con la investigación judicial casi lista, el denunciante reclamó al juzgado que iniciara los trámites para juzgar al empresario por estafa. El instructor dio traslado a la Fiscalía para que informara. El Ministerio Público también considera que existen indicios suficientes en la causa como para formular acusación contra Kharbachi. Ahora será el juez quien decida si dicta auto de transformación en su contra.

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El denunciante concertó un acuerdo con Kharbachi para invertir en los viajes turísticos al espacio a principios de 2020. Entregaba el dinero, sostiene, con la condición de que se cubriera una ronda de financiación de un millón de euros en 120 días. Si al pasar ese plazo no se reunía la cantidad, el dinero se debía reintegrar. Sin embargo, cuando venció y el inversor reclamó recuperar el dinero la devolución no se llevó a cabo a pesar de las múltiples reclamaciones.

La investigación reveló que EOS-X mantiene el mismo capital social que cuando se fundó y no constaban sus cuentas en el Registro Mercantil. Las acusaciones consideran que se trata de una estructura ficticia. Sin embargo, EOS-X asegura que ha tenido un millar de peticiones para reservar sus viajes espaciales. En numerosas intervenciones, Kharbachi aseguraba que pretendía vender viajes a unos cuarenta kilómetros de altura a través de un globo para que los clientes puedan contemplar la curvatura de la Tierra. Otros proyectos similares que están en marcha también generan dudas.