Virginia Creixell y José Luis Reig, con antiguos y nuevos estudiantes. | M. À. Cañellas

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Toda pregunta encuentra su respuesta, pero hay veces que las personas necesitan ayuda directa para llegar a ellas. Esta es una de las filosofías que persigue la Akademia, un programa que promueve la educación emocional solo para jóvenes entre 18 y 23 años para que consigan desarrollarse personalmente.

Toda esta formación parte de un movimiento ciudadano. Es decir, son voluntarios de varias disciplinas –psicólogos, educadores, coachings, sexólogos, terapeutas –quienes ayudan a estos alumnos. La idea de la Akademia surgió por parte del conocido divulgador Borja Vilaseca y en Palma arrancará este año su 12 edición. El pasado jueves, 15 de septiembre, tuvo lugar una jornada de puertas abiertas para presentar el nuevo curso. Un total de 20 jóvenes, como Paula Santandreu, de 23 años, comenzará en breves. Otros, como Cándido Jiménez, de 25 años, ya terminaron.

«La Akademia llegó a mí a través de una exnovia de mi mejor amigo. Ella había hecho el curso en 2018 y me explicó los talleres que hacían y las herramientas de gestión emocional. Yo salía de una relación duradera y estaba pasándolo muy mal. Ir al curso fue como salir de mi zona de confort», rememora Cándido, que es técnico de recuperación y conservación de fauna ibérica. En su caso, fue un alumno que repitió porque a mitad de su curso le pilló la pandemia. Para él, «mi objetivo era comprender lo que sucedía en mi interior, por qué tenía tanta ansiedad, aparte de una adicción a fumar. Conseguí al final encontrar el motivo real de todas estas emociones», defiende.

Paula Santandreu, alumna de la Akademia.

La directora de la Akademia en Palma, Virginia Creixell, explica que uno de los perfiles que más se repiten es el de jóvenes con falta de autoconocimiento o que se encuentran perdidos y no saben dónde tirar. «El hecho de tener herramientas les ubica desde el punto de vista mental, emocional, físico y espiritual. Es una manera de redescubrirse a uno mismo, conseguir habilidades y virtudes».

Decisiones

Paula Santandreu estudió la carrera de Ciencia y Tecnología y ahora trabaja en el departamento de calidad alimentaria de Begudes Puig. Su tía le instó a que se apuntara este año. Paula acudió días atrás a la presentación del curso y se llevó una grata sorpresa. Los asistentes pudieron realizar un taller de mindfulness impartido por el psicólogo e investigador de la UIB José Luis Reig, aparte de formador en la Akademia.

Cándido Jiménez, antiguo estudiante.

La joven Paula dice que «me gustaría reconocer mis emociones. Me cuesta mucho, y durante mi vida eso me ha llevado a actuar y tomar decisiones sin pensar». Por ello, su principal objetivo para este curso es «saber a gestionar mis emociones». Paula y Cándido confiesan que hay mucha carencia en educación emocional. Desde la Akademia, Virginia Creixell corrobora esa información. «El joven que más castigado llega a nosotros, es el que más se lleva. He visto gente que casi ni hablaba y al acabar estaba totalmente transformado». La formación dura un año académico y se distribuyen en tres horas lectivas por semana, los jueves por la tarde.

El apunte

Un proyecto que propone una educación distinta

El proyecto denominado la Akademia, que impulsó el divulgador catalán Borja Vilaseca en 2011, pretende evolucionar desde una escuela que prepara a personas para el sistema industrial a una educación que prepare a seres humanos para la era tecnológica y del conocimiento. Con esta idea, pretende que se acompañe a jóvenes en todos sus procesos de empoderamiento para cubrir las «lagunas emocionales de la educación convencional», y prosperar en esta nueva época desde un mayor equilibrio y bienestar personal.