Vista aérea del cuartel de Son Busquets que lleva más de veinte años abandonado. | M. À. Cañellas - M.A. CAÑELLAS

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Encajonado ente la carretera de Valldemossa y la de Sóller, y a un paso de la vía de cintura, se halla el antiguo cuartel de Son Busquets, anclado en un limbo del que parece que ahora hay salida. Construido en 1949, fue abandonado en el año 2000 y por fin parece que se ha deshecho el entuerto burocrático en el que estaba inmerso para convertirse en el nuevo barrio de Palma. Y todo esto tras librarse de la amenaza de ser subastado al mejor postor y cuyo valor en el mercado era de 45 millones de euros. De ser así, la construcción de vivienda asequible, gran carencia de Palma, habría sido imposible. Ideada como una supermanzana de 11 hectáreas (no en vano es uno de los suelos de transformación urbana más grande de Palma), acogerá más de 800 viviendas públicas de alquiler. Este nuevo barrio también contará con equipamientos como centro de salud, una colegio de infantil y primaria, una escoleta...

«Antes se pensaba en arrasar, dejar el solar vacío y construir de nuevo a partir de una tabula rasa», explica la regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol. A raíz de una iniciativa de Joves Arquitectes de Mallorca (JAM), ARCA y el Col·legi d’Arquitectes de les Illes Balears (COAIB), se propuso reaprovechar las naves e instalaciones militares para no perder este patrimonio arquitectónico. «Se mantendrá el carácter del sitio. Será un barrio singular que tendrá en cuenta las variables sociales como la vivienda social y los equipamientos. También será sostenible, con el concepto de supermanzana con la movilidad imprescindible, zonas verdes y preparada para el cambio climático», dijo Neus Truyol.

La regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol

Hace escasos días se firmó el convenio entre los ministerios de Defensa y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, de manera que se ha procedido a su enajenación en favor de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES) para el desarrollo del 50 por ciento del suelo liberado para vivienda pública protegida y el otro 50 restante, para uso dotacional y zonas verdes. Ahora se está desarrollando el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) que «acabará de definir el número de plantas de los edificios o si habrá más espacio público libre», dice la regidora. «Se está buscando una fórmula administrativa lo más ágil posible para hacer el PERI y aprobarlo cuanto antes», explica Truyol, que añade que «hemos pedido que se haga un proceso de participación. Hay que escuchar a la ciudad».

«Las viviendas serán públicas y de alquiler a un precio asequible» y se combinarán las viviendas públicas protegidas y de precio tasado «para permitir el acceso a personas de diferentes ingresos», explica la edil. Además de vivienda dotacional, habrá 20.000 metros cuadrados de uso terciario para pequeños comercios (las grandes superficies quedan descartadas) y talleres que creen puestos de trabajo.

Una de las antiguas caballerizas ubicada en una de las 16 naves que se rehabilitarán para darle un nuevo uso.

Orígenes

La construcción del cuartel de Artilleria de Son Busquets se inició en 1949 y finalizó en 1952. Es un entorno urbano que ocupa una extensión de 11 hectáreas. Hasta el año 2000 fue la sede del Regimiento de Artillería Mixto número 91 (RAMIX 91), la Policía Militar y el Grupo Regional de Sanidad. Según el estudio Son Busquets, un caso de urbanismo participativo para un nuevo modelo de ciudad, de Lluís Gené y Gabriel Alomar-Garau, «a lo largo de sus 48 años de actividad militar, el cuartel llegó a congregar a unos 200 soldados, lo que se tradujo en la necesidad de edificios de diversos usos».

Así, cuenta con 16 hangares de planta baja y otros 18 más pequeños a los que se suman tres construcciones de más de dos alturas, que se corresponden con las antiguas viviendas para oficiales.
El presidente de la Associació de Veïns de Cas Capiscol, Biel González del Valle, recuerda que «en tiempos de Catalina Cirer se querían hacer 1.600 viviendas». Y se muestra exultante por el nuevo rumbo de Son Busquets: «Queremos que sea un barrio para gente joven y mayor. Esta es nuestra oportunidad de hacer una cosa guapa».