Imagen del cartel de una carrera y sus limitaciones. | GOB

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El grupo ecologista GOB ha pedido este jueves a la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio y al Consell de Mallorca un mayor control y límites a la celebración de rallyes en espacios naturales protegidos y ha puesto como ejemplo que la Serra de Tramuntana acoge este año hasta 13 competiciones de este tipo. Este fin de semana está prevista la celebración de la 'Subida al Puigmajor 2022', prueba de automovilismo del campeonato de Baleares de montaña, organizada por la escudería Serra de Tramuntana y amparada por la Federación de Automovilismo de las Islas Baleares (FAIB), ha indicado el GOB en una nota.

El calendario de la FAIB incluye este año 24 pruebas en las carreteras de Mallorca, y 13 de ellas discurren total o parcialmente por la Serra de Tramuntana, espacio protegido por diversas figuras legales, como Paraje Natural, Patrimonio Mundial de la UNESCO, Zona Especial de Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), entre las más importantes. Según el GOB, la circulación deportiva en las carreteras de la Serra, especialmente de motocicletas, es un problema que vecinos y entidades conservacionistas denuncian desde hace años, sin que las diferentes administraciones hayan adoptado medidas eficientes para abordarlo. Las carreteras, y muy especialmente la MA10 donde el problema es especialmente grave, son competencia del Consell de Mallorca, administración que «no sólo ha sido hasta ahora incapaz de impulsar y coordinar una estrategia eficaz para suprimir las carreras ilegales y la conducción deportiva y peligrosa en general, sino que además sigue autorizando sin ninguna traba la celebración de competiciones».

El GOB precisa que la delimitación del Paraje Natural de la Serra de Tramuntana, declarado en 2007, excluyó las carreteras, y por tanto la gestión del espacio protegido no tiene capacidad para intervenir sobre el tráfico. Sí están, en cambio, afectadas cuando discurren por zonas de la red Natura2000, como son las ZEC y ZEPA, aunque en estos casos el grado de protección efectiva y los procedimientos para conseguirla «distan todavía mucho de su implementación ideal», según la entidad.

El GOB reclama evaluar convenientemente las repercusiones ambientales de este uso deportivo en un espacio de la máxima importancia ecológica. Además critica que el uso privativo, porque las sesiones de entrenamiento y de competición implican el cierre durante horas de la circulación al resto de ciudadanos, «molesta especialmente a los vecinos, que no pueden acceder a sus fincas o realizar los desplazamientos previstos».

El GOB reclama a la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio que garantice que las pruebas automovilísticas que discurren por espacios naturales protegidos se someten a adecuados procedimientos de evaluación de repercusiones ambientales, «tanto si el asfalto forma parte del espacio protegido como si está excluido». La entidad ecologista advierte de que los efectos de estas carreras se extienden al entorno por lo que «es irresponsable no intervenir alegando falta competencial».

En cuanto al Consell de Mallorca, «que abandera la protección de la Serra bajo la figura de Patrimonio Mundial de la Unesco, el GOB reclama que la institución se replantee su posición en relación a la autorización de estas competiciones. Insisten en que la Serra de Tramuntana, y el resto de espacios naturales «no son el lugar idóneo para realizar competiciones deportivas de motor, ni para la promoción de la conducción deportiva».