Imagen de la rueda de prensa.

TW
4

El dispositivo de refuerzo estival de la Policía Local en las zonas de mayor afluencia turística ha terminado con un total de 7.030 actas de denuncia lo que demuestra, según la responsable del área de Seguretat Ciutadana, Joana María Adrover, «que se ha hecho un buen trabajo y que hemos conseguido ser un destino seguro para turistas y ciudadanos». Las zonas donde se ha reforzado el control de las ordenanzas municipales, apuntó Adrover, han sido la Platja de Palma, los polígonos del municipio, la zona centro y el barrio de Santa Catalina. En lo que se refiere a la Platja de Palma, según los datos de la Policía, se han levantado 2,877 actas de denuncia, de las que 2.302 fueron por venta ambulante, e incluyen el decomiso de los productos, y 133 expedientes por la actividad del «trile».

Además, a partir del decreto ley para evitar los excesos, que duplica las sanciones y las incrementan de 6.000 a 600.000 euros, se han abierto 21 expedientes, sobre todo por vender alcohol fuera del horario permitido o fuera de lugares autorizados. Otro punto de conflicto, y donde también se ha reforzado la vigilancia, ha sido la zona de Santa Catalina, barrio donde se han levantado 408 actas de denuncia. De ellas, 85 son por afectar a la tranquilidad del entorno, que incluye botellones, ruidos u orinar en la calle; 91 expedientes por ir en contra de la seguridad ciudadana, que se tramitan por vía penal al tratarse de peleas y posesión de drogas, entre otras; 187 denuncias a locales y establecimientos por problemas con la licencia, tener las puertas abiertas o la música más alta que lo que permiten las ordenanzas.

En este sentido Adrover recordó que se han precintado 17 equipos de sonido por superar los decibelios autorizados. En el resto del municipio, enumeró la regidora de Seguretat, se han incoado 1.848 expedientes por incumplir la normativa que garantiza la tranquilidad en el entorno, 1.028 por infracciones contra la seguridad ciudadana y 476 contra artistas callejeros, incluida incautación de altavoces e instrumentos, que no tenían permiso municipal.