La Audiencia tendrá que decidir si la incautación del ‘Tango’ es legal. | Alejandro Sepúlveda

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La Audiencia Provincial tendrá que decidir si el magnate ruso, Viktor Vekserlberg recupera su yate, el Tango, que lleva retenido en el puerto de Palma desde el mes de abril. La representación legal de la empresa propietaria de la embarcación ha presentado un recurso ante la Audiencia después de que, hace una semana, la magistrada de Instrucción 2 de Palma ratificara la orden de incautación en virtud de una petición de Estados Unidos.

Los recursos sostienen que, en el momento de la incautación, Estados Unidos no había presentado documentación suficiente para respaldar su petición y que no había justificado, en concreto, la apertura de una investigación penal contra Vekselberg. Tras el primer recurso, la Fiscalía reclamó a las autoridades judiciales norteamericanas más documentación sobre el caso.

Un Tribunal de Distrito de Columbia, dirigido por el magistrado Zia Mustafá Faruqui incluyó más datos en los que sostienen que el magnate está bajo una investigación por fraude fiscal y blanqueo de capitales, precisamente por desviar dinero a través de varios paraísos fiscales para ocultar su propiedad sobre el Tango. Vekserlberg está incluido en el listado de sanciones a oligarcas rusos por parte de Estados Unidos desde la invasión de Crimea en 2014 y la presión en torno a él subió con el nuevo paquete de medidas tras la guerra en Ucrania.

La documentación inicial aportada por Estados Unidos es escasa y los acuerdos de cooperación exigen que exista una causa penal para poder retener bienes de un investigado. La embarcación, que mide cerca de 80 metros de eslora y se valora en 90 millones de euros, navega bajo bandera de las Islas Cook. Su propietaria es una sociedad con sede en las Islas Vírgenes y, esta, pos su parte está participada por otras firmas de Panamá. La agente del FBI a cargo del caso, Cindy Burnham, reflejaba en un informe que Vekselberg fue incluido en 2018 entre los sospechosos de colaborar con Putin susceptibles de ser sancionados por EEUU. Desde ese momento habría comenzado a maniobrar para enmascarar la propiedad del barco y desviar millones de euros para su mantenimiento a través de una estructura societaria opaca. El FBI apunta a transferencias a la sociedad pantalla y también repasa la cercanía de Vekselberg con el expresidente ruso Dmitri Medvédev. También se sospecha de él como el autor de una gran estafa bancaria y de haber empleado ese dinero para comprar Fabergé.

La magistrada instructora señala en su auto que la petición de Estados Unidos sí está justificada y que, por tanto, España tiene que cumplir con el acuerdo de cooperación y proceder a la retención del yate y a mantenerlo bajo custodia. Esta decisión ha sido recurrida ante la Audiencia que tiene la última palabra sobre la incautación.