Fuente pública de agua potable.

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La demanda de camiones de agua crece un 30 % este verano a pesar del aumento de precios derivado de la inflación y comienza a preocupar al propio sector que hace un llamamiento público a la ciudadanía para que no desperdicie el líquido en el riego de jardines y lavado de vehículos. «Nos preocupa que hay mucha gente desperdiciando. Hay quien puede pensar que a nosotros ya nos va bien que suban las ventas y tener trabajo pero si nos quedamos sin recursos no tendremos futuro», dice Joan Font Bonnín de C. Costa. Font explica que «aumenta el número de clientes que nos llama para comprar camiones de agua porque se han secado sus pozos». En el mismo sentido se manifiesta Josep Simonet de Materiales de Construcción Sinmonet: «Sabe mal cómo se desperdicia el agua», dice. «Calculamos que la demanda ha crecido un 30 %, tanto de particulares como de empresas, también hoteles que han secado sus pozos. No hablamos de las grandes plantas hoteleras que están conectadas a las redes de suministro de agua sino de hoteles rurales», dice Simonet.

La zona de la Serra Nord (Consell, Alaró, Sencelles, Selva y Campanet) es de las más afectadas por la sequía según los distribuidores de camiones de agua que cuentan con antiguas concesiones de la Conselleria de Medi Ambient para extraer el líquido de sus propios pozos. «En 30 años nosotros nunca hemos agotado el máximo de agua que nos permite extraer la concesión ni se ha secado el pozo, pero siempre preocupa que en algún momento pueda pasar», explican Joan Font y Josep Simonet. Los distribuidores coinciden en que «este verano se han sumado dos factores, por una parte que ya venimos de un invierno muy seco y por otra que durante la pandemia hubo mucha gente que compró casa y se fue a vivir al suelo rústico y donde antes había una pequeña huerta para consumo propio ahora hay piscinas y jardines».

Los ayuntamientos de Campos, Artà y Banyalbufar emitieron hace semanas un bando municipal para pedir a sus vecinos que recorten el consumo de agua y que hagan un uso responsable. Prohíben expresamente el uso de agua potable para riego de jardines, lavado de vehículos y llenado de piscinas». Curiosamente, a pesar de las alarmas, la compra de agua desalada por parte de los ayuntamientos al Govern aún no supera de media las cifras prepandémicas. Según los últimos registros de Abaqua de julio de 2022. Aunque hay casos excepcionales como el de Palma que ha disparado su demanda este verano un 70%, este mes de julio el Govern ha vendido 1.883.793 metros cúbicos de agua frente a los 2.041.213 metros cúbicos del mismo periodo de 2019.

Deià y Puigpunyent (municipios que no están conectados al eje transversal de sa Marineta) cargan además agua del depósito de Son Pacs en Palma. Este agua no es necesariamente desalada porque a ese depósito también se manda agua de los acuíferos de sa Marineta y Estremera. Puigpunyent ha comprado este mes de julio 775 m³ de agua mientras que Deià ha comprado 3.375 m³. En julio del año pasado, Puigpunyent compró 1782 m³ y Deià 357 m³.