Pese a la mejora, el sentir generalizado de los comerciantes es que han llegado muchos turistas, pero con pocas ganas de gastar en su sector, que ha acabado por ser el elegido para compensar el encarecimiento de transporte y alojamiento.  | Jaume Morey

TW
9

Las ventas del comercio minorista aumentaron un 4,8 % en julio en Balears con respecto al mismo mes del año pasado, experimentando de esa manera la mayor subida de entre todas las autonomías. De hecho, la media estatal refleja un descenso del -3,3 %. Los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran además un incremento del 10,9 % (el segundo más pronunciado del país) respecto a junio. El vicepresidente y conseller de Sectors Productius, Juan Pedro Yllanes, celebró estas cifras al señalar que «marcan el liderazgo de Balears en la recuperación y en la apuesta por la diversificación económica como punta de lanza».   

En la misma línea se expresó el director general de Comerç, Miquel Piñol, quien indicó que los datos «avalan la gestión del Govern en un contexto complicado, donde hemos tenido que sobreponernos a la pandemia y a las derivadas de la guerra». Asimismo, Piñol destacó la importancia del comercio como «sector estratégico». Tanto la subida mensual como la interanual son fácilmente atribuibles a la explosión turística    de julio, la cual, a pesar de todo, no ha dejado en la caja de los comercios todo lo que habría podido a tenor de su magnitud.

Así lo ven desde las principales patronales del sector, Afedeco y Pimeco, quienes no comparten el tono triunfalista del Govern y matizan el trasfondo de las cifras dadas ayer a conocer. «Es normal que se haya producido una subida, pero es muy corta para toda la gente que ha venido», afirma el presidente de Pimeco, ToniFuster. «Deberíamos haber tenido una subida de al menos el 30 % con respecto a 2021 y no hemos llegado al 5 %.Y desde luego no tenemos unas cajas en consonancia a las de 2019».

Lo cierto es que el número de visitantes en julio fue un 264 % mayor que el mismo mes del año pasado (2,4 millones por 942.000), de modo que el incremento en las ventas no ha sido ni lejanamente proporcional al de los flujos turísticos. Las patronales lo achacan al aumento de precios en transporte y alojamiento, lo que ha provocado que el turista encuentre en las compras el vértice más obvio por donde recortar gastos. Por encima incluso de la restauración.

«Este año la gente se lo piensa dos veces antes de comprarse unos zapatos y lo normal es que prefiera reservar ese dinero para comer o cenar», explica Fuster. Su homólogo en Afedeco, Antoni Gayà, coincide al indicar que «el comentario generalizado es que vienen muchos turistas y con pocas ganas de gastar». A su juicio, «no hay motivos para tirar cohetes y menos viendo lo que nos viene el año que viene». El incremento de los costes ha sido una rémora para la rentabilidad de la temporada, mantiene Gayà, y las previsiones de cara a 2023 no son más halagüeñas.

El apunte

Las subvenciones al sector han aumentado un 112 % en dos años

El Govern resaltó el esfuerzo realizado para revitalizar el sector del comercio mediante un incremento de las subvenciones del 112 % en dos años. Así, Yllanes destacó el salto cuantitativo de las ayudas –de los 2,8 millones de 2020 a los 5,7 millones de 2022– y el valor de la nueva tanda de bonos comerciales disponibles a partir de octubre, las cuales «seguro obtendrán una buena respuesta de la ciudadanía». Asimismo, recordó que el comercio balear también lideró el aumento de la ocupación con un alza del 8,1 % en junio.