Imagen tomada en 1999 de los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía con el ex presidente soviético, Mijail Gorbachov, y su esposa Raisa

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El último presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, visitó en varias ocasiones la Isla. Gorbachov y su esposa, Raísa, estuvieron alojados en el hotel Son Vida de Palma en el mes de agosto de 1992, cuando ya no presidía la URSS y fue recibido en Marivent por los Reyes de España. En su última visita, en el año 2000 recaló en Formentor, alojándose en el hotel de este enclave de Pollença y se le pudo ver en la playa de la zona.

El hombre que puso en marcha la perestroika vino a Mallorca acompañado de su hija, Irina, y de su nieta menor, Anastasia. Un viaje en el que descansó «como una foca marina» según dijo él mismo a los periodistas. Pese a que le propusieron ofertas interesantes, las rechazó todas: «El yate número uno, el yate número dos... Nada», bromeó. Gorbachov, presidente de la fundación que llevaba su nombre, quiso en aquel entonces «peregrinar» a los lugares donde fue feliz con su esposa, desaparecida un año antes tras una penosa enfermedad.

Gorbachov durante su estancia en Formentor con su familia.
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También tuvo un encuentro con el por entonces president del Govern balear Francesc Antich, con el que asistió a una exposición en la Lonja en el año 2000. Antich y el conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, se convirtieron en cicerones de Gorbachov ya que, tras una entrevista, disfrutaron de la exposición de Joan Bennàssar. Los numerosos turistas con quienes se cruzó no salían de su asombro al ver en persona a quien en su día fue uno de los hombres más poderosos del mundo. El ex presidente de la Unión Soviética se mostró de un humor excelente, se interesó por el pintor y Antich le explicó que Mallorca es un conocido refugio de artistas, que han quedado cautivados por su paisaje y por su especial luz mediterránea.

El exdirigente ruso junto a Antich.

Durante una larga conversación con Antich en presencia de los periodistas, Gorbachov mostró su sorpresa por la gran cantidad de construcción que ha visto estos días. El conseller Mesquida le explicó que cada año visitaban Mallorca 11 millones de turistas y que precisamente comenzaban a quejarse del exceso de construcción. El ex presidente soviético dijo a los periodistas que Antich le había explicado la puesta en marcha del famoso impuesto turístico. Consideró que se trataba de una buena idea, si bien bromeó que, en su caso, era muy fácil dar soluciones, después de haber tomado tantas decisiones importantes en su vida. «Pero no quiero dar lecciones de cómo se tienen que hacer las cosas», señaló.