El relicario que estuvo en una iglesia mallorquina y acabó en el Louvre, París.

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El museo del Louvre, en París, conserva un relicario multilobulado procedente de una iglesia mallorquina envuelto de incógnitas. La pieza, que contuvo reliquias de San Francisco de Asís, consta de un núcleo de madera recubierto de cobre, hecho tal vez por esmaltadores de Limoges. Se fabricó en 1228 poco después de la canonización del fundador de los franciscanos, lo que aumenta considerablemente su valor histórico.

Esta pieza sacra procede, según el inventario del museo, de una iglesia mallorquina, aunque no sabemos cuál, ni cómo llegó a la Isla, ni cómo salió de ella. Se vendió en 1899 en París al Estado francés. Pertenecía a la colección de Charles Ducatel y en la operación intervino un personaje llamado Michel Boy. Poco más se sabe. Ducatel tenía una magnífica colección de marfiles y objetos de orfebrería de la Edad Media y del Renacimiento… y consiguió esta maravillosa joya que estuvo en Mallorca, de donde también se esfumó. No está de más recordar aquí que los toros de Costitx habrían acabado también en el Louvre si el ministro Castelar no hubiese ordenado que el Estado los comprara y los exhibiera en el Museo Arqueológico Nacional. Y tampoco está de más preguntarse si no deberían estar en Mallorca.

Expolios

Es sabido que mandos y gerifaltes franceses se llevaron de España valiosísimas obras de arte. La destrucción y el latrocinio por parte de los militares napoleónicos durante la Guerra de la Independencia, especialmente por el mariscal Soult (duque de Dalmacia), son incalculables. Sólo de Sevilla robaron miles y miles de obras maestras de grandes pintores como Murillo; por no hablar del inmenso expolio de iglesias y conventos. Quién sabe si el relicario se encontraba entre las piezas sustraídas entonces.

El apunte

Les ‘claus’ del Regne

Cort ha recuperado una de las ‘claus’ del Regne de Mallorca tras dos años de búsqueda y gracias a la cesión temporal y gratuita por parte de su propietario, un joyero estadounidense que vive en Dallas. La llave llegó a hace dos semanas y fue sometida a pruebas en la Clínica Rotger para recabar más datos acerca de la pieza. El objetivo del Ajuntament es intentar cerrar su compra.