Imagen de Joan Mateu Horrach | R.L.

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Joan Mateu Horrach (Campanet, 1995) acaba de llegar a Europa tras pasar 26 días en una expedición por aguas de Alaska (Estados Unidos) que ha liderado el Institución Oceanográfica de Woods Hole. Ha sido uno de los 16 investigadores que han podido participar en el estudio de la proliferación de algas tóxicas.

El joven es graduado en Ciencias del Mar por la Universidad de Cádiz. Además, realizó un máster en la Universidad de Bergen (Noruega) sobre Oceanografía Física, su campo de especialidad. Explica desde esta ciudad, lugar donde trabaja como investigador, que este tipo de expediciones son importantes «para ver si las toxinas están presentes en los organismos marinos». Este tipo de episodios, por desgracia, «se extenderán más y pueden afectar a la producción pesquera».

Beca

Su trabajo le ha dado como fruto iniciar una nueva etapa como doctorando en la Universidad de Islandia. De hecho, Joan Mateu Horrach es    el primer estudiante de Oceanografía Física en conseguir una beca por parte del Gobierno islandés. «No contaba con tenerla. Solo un 10 o 15 % de los estudiantes reciben financiación», dice.

Joan admira el mar y divulga los efectos del cambio climático. Su línea de trabajo, precisamente, intenta simular los diferentes escenarios del futuro a partir de modelos climáticos. Explica que el futuro próximo llegará con temperaturas altas, más acontecimientos de extremas olas de calor y efectos negativos sobre los sistemas marinos a consecuencia del cambio climático». Sin embargo, no todo está perdido. Los resultados también abren una puerta al cambio si las cosas las hacemos bien: «La reducción del consumo energético tendrá que ser una realidad».