Imagen de la visita, previa a la firma del convenio, al Casal Petit. En el centro, la presidenta Armengol con la directora, la monja Felicidad Martínez.  | CAIB

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La Conselleria de Presidència mantiene su intención de reformar antes de que termine la legislatura la Ley de Igualdad balear y considerar la prostitución como una forma de violencia machista pese a las discrepancias expresadas por Més hace unas semanas después de que este diario informara del proyecto.    Así lo indicó ayer la consellera de Presidència,Mercedes Garrido. Fue durante una visita alCasal Petit –que gestionan las monjas Oblatas desde hace décadas– y donde se asiste y da asesoramiento a mujeres que se dedican a la prostitución y que son víctimas de trata.

El Govern facilita su labor y, ayer, la presidenta Armengol firmó un convenio con la directora del centro, Felicidad Martínez, que supondrá una aportación de 125.000 euros. Armengol elogió la labor y destacó que «estoy totalmente a favor de la abolición de la prostitución» aunque la reforma de la ley autonómica no podrá abolirla al ser una competencia estatal. Lo que sí hará, y la consellera Garrido fue clara, es equipararla a la violencia sexual y machista.

«Esperamos conseguir el apoyo de nuestros socios pues nadie puede negarse a equiparar prostitución y violencia machista»,    dijo la consellera. Més, y en cierta medida Podemos, había planteado sus reticencias a traer a Balears el debate sobre la prostitución. Tal como informó este diario el pasado 2 de julio, el Ejecutivo quiere cerrar la legislatura con la reforma de la Ley de Igualdad, aprobada hace siete años y pionera en todo el Estado. Si se cumplen los planes, se aprobará cerca del 9 de marzo de 2023, que es cuando se conmemora el Día de la Mujer.

El año de la pandemia

El convenio de ayer –que renueva otros anteriores–, no facilitará sólo la atención a las mujeres, sino que da continuidad al llamado proyecto Lausana con la cesión por parte del Institut Balear de la Vivienda (Ibavi) de tres pisos de acogida. Felicidad Martínez agradeció    el apoyo de las instituciones públicas para ayudar a las mujeres que quieren alejarse    de la prostitución y favorecer la inserción social. Según recordó, la entidad presta este servicio desde hace cuatro décadas.

La presidenta Armengol elogió la labor y dijo que la prostitución es «el peor de los machismos» y que el objetivo es que «ninguna mujer se tenga que ver sometida a esta situación». Armengol también se refirió a «la relación muy estrecha que tenemos desde el Institut (IBD) Balear de la Dona con todas las entidades que trabajan en la lucha contra la prostitución». La directora del IBD, Maria Duran, estuvo en la reunión que se celebró tras la firma del convenio.

Las tres viviendas cedidas por el Ibavi tienen una capacidad para 12 plazas, nueve fijas y tres para situaciones de emergencia. El equipo profesional que se encarga de este servicio está compuesto por una coordinadora, dos educadoras sociales, una trabajadora social y una psicóloga. Pueden ser ocupadas por las mujeres durante 11 meses, como parte de su proceso de recuperación integral. Además de la acogida temporal, se ofrece atención psicológica, asesoramiento jurídico, orientación laboral y atención social.

Este año han sido atendidas 306 mujeres en el Casal Petit. Durante el pasado año, fueron 420. El año de la pandemia, 2020, fueron 475. Las circunstancias derivadas de aquel hecho, con un obligado confinamiento por el estado de alarma, arrojaron más luz sobre lo que supone la prostitución y la violencia a las mujeres.

El apunte

Otros puntos de la reforma de la ley

La reforma de la Ley de Igualdad no se limita únicamente a considerar la prostitución como una forma de violencia sexual. También recoge la violencia vicaria (es decir, aquella que se ejerce contra hijos e hijas para hacer daño a las mujeres) y regula las competencias de los consells insulars.