El aire acondicionado, máximo a 27 grados. | Efe

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Baleares se pone manos a la obra para reducir la factura energética y cumplir con el Plan de Choque de Ahorro y Gestión Energética en Climatización aprobado por el Gobierno Central esta semana, y que no ha dejado de generar polémica. El objetivo pasa por ahorrar entre un 15 y un 25 % de energía. Las principales instituciones de las Islas, así como empresas y comercios pondrán en marcha una serie de medidas que incluyen la compra de puertas automáticas para evitar el gasto innecesario de energía por las fugas de frío, el aumento de la temperatura de los aires acondicionados hasta un mínimo de 27 grados en interiores de edificios públicos, transporte o comercios durante lo que queda de verano y apagar las luces superfluas de escaparates, edificios y monumentos emblemáticos.

El Consell de Mallorca, por ejemplo, ha sido de los más 'madrugadores' a la hora de tomar medidas para acabar con el derroche energético. Desde el pasado miércoles ya están precintados los termostatos de todos los edificios de la institución insular para que nadie baje la temperatura de los 27 grados estipulados; lo mismo sucederá este invierno, ya que la temperatura de las calefacciones no podrá superar los 19 grados. La medida del Gobierno afecta a edificios administrativos públicos y privados, como oficinas, así como a hoteles (salvo en las habitaciones), restaurantes, bares, teatros, supermercados y grandes almacenes. Se exceptúan los centros educativos y sanitarios y las peluquerías.

Por su parte, la Dirección General de Energía y Cambio Climático del Govern balear ha enviado este mismo viernes una instrucción interna con las directrices básicas de ahorro y eficiencia energética en edificios e instalaciones de la CAIB y el sector público instrumental. Entre las medidas a adoptar se encuentran aquellas relacionadas con el mantenimiento de las instalaciones fotovoltaicas en servicio, el control de la iluminación y de la climatización de las instalaciones, el control de la gestión y funcionamiento de los equipos ofimáticos, la reducción de consumos indirectos de energía y recursos naturales, o el impulso de la movilidad sostenible.

Uno de los termostatos precintados del Consell de Mallorca.
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Llamativo resulta el punto en el que se revisará de forma periódica y se recordará a todos los usuarios y al personal de limpieza que los sistemas de climatización deben parar en horario no laboral y, cuando sea posible, durante las ausencias en el lugar de trabajo, por ejemplo, cuando se hacen visitas externas o durante el tiempo de merendar, si se trata de equipos individuales o si la dependencia que atienen queda totalmente desocupada.

El Consistorio palmesano comienza este lunes a apagar las luces del Ajuntament y de la Catedral a las 22.00 horas en base al Real decreto ley de medidas de sostenibilidad económica. El Castell de Bellver tiene conciertos casi cada día de agosto y, por este motivo, las luces se apagarán más tarde, a medianoche, menos dos días que mantendrán el horario habitual hasta las 02.30 horas porque las actuaciones finalizarán más tarde. A partir del 9 de septiembre, cuando ya hayan acabado los conciertos, se apagarán las luces a las 22.00 horas también en el castillo. Las fuentes ornamentales, por ejemplo, ya se apagan actualmente a las 22.00 horas.

La Seu apaga sus luces de este lunes a las 22 horas.

Más complicado parece llegar a un acuerdo con la patronal del comercio. El plan del Gobierno ha provocado quejas por parte de Afedeco y Pimeco, que rechazan las restricciones en el uso del aire acondicionado y la calefacción, aunque algunos centros comerciales ya han apostado por subir la temperatura de sus aparatos refrigeradores esta misma semana.

Para los comercios o centros comerciales que no cuentan con puertas en sus establecimientos, la asociación de Reparadores y Mantenedores de Puertas Automáticas (Arimpa) apunta que están preparados para hacer frente al aumento de la demanda de estos productos, al tiempo que recuerda que estas puertas pueden contribuir al ahorro energético con una reducción del gasto de entre un 20 y un 25 por ciento.