Imagen del posado oficial. | Jaume Morey

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En medio de una gran expectación, la Familia Real llegó puntual a su cita en Valldemossa. A las 19.30 horas, los reyes Felipe VI y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía llegaron a los jardines de La Cartoixa, dispuestos a visitar uno de los monumentos más emblemáticos de la Isla, al que acuden cada año miles de turistas.

A su llegada a los jardines, los Reyes bromearon con los periodistas sobre el calor y los abanicos, «nos hacemos mayores», señaló doña Letizia, y se hizo algún comentario sobre el segundo puesto del Aifos 500, que patronea Felipe VI, en la primera jornada de la 40 Copa del Rey, a quien animaron a conseguir el primer puesto. Tras el saludo a los medios de comunicación, Felipe VI, Letizia y sus hijas posaron en el centro de los jardines con el fondo del campanario de La Cartoixa, que poco antes de su llegada hizo sonar las campanas.   

Tras el posado oficial en los jardines, fueron recibidos por el alcalde de Valldemossa, Nadal Torres; la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera; el presidente del Parlament, Vicenç Thomàs; la delegada del Gobierno, Aina Calvo; y la presidenta del Govern, Francina Armengol. La comitiva inició el recorrido por las dependencias de La Cartoixa, que custodian un extraordinario patrimonio histórico y artístico. Los Reyes y sus hijas realizaron una visita rápida, pero descubrieron interesantes detalles sobre este impresionante palacio, que fue residencia del rey Sancho I de Mallorca, antigua residencia real y Real Cartuja (siglo XV).

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El galerista y director del Museo Municipal, Joan Oliver Maneu, lamentó que los Reyes no dispusieran de más tiempo para apreciar la gran colección de grabados en madera, en la primera sala de un recorrido, y le comentó a Felipe VI. «Señor hay que volver con más tiempo». La comitiva avanzó hacia la sala del Arxiduc Lluís Salvador, desde la que accedieron al patio exterior para contemplar el valle, en el momento que caía la tarde. Tras posar, los Reyes continuaron el recorrido por las celdas 4 y 2, para entrar en la antigua farmacia de los cartujos, donde pudieron observar los 160 botes catalanes del siglo XVIII y una gran colección de vidrio soplado, entre otros objetos farmacéuticos.   

La Familia Real se mostró especialmente interesada por la iglesia, un edificio de estilo neoclásico que se empezó a construir en 1751 sobre la iglesia primitiva (1446). El conjunto arquitectónico cuenta también con un bello claustro; jardín y las habitaciones de la Celda Prioral –con capilla, biblioteca, sala de audiencias, dormitorio...– donde se conserva el legado histórico y artístico de los cartujos. En la celda 4 se encuentran los documentos y recuerdos de la estancia del músico Frederic Chopin –allí compuso Preludios OP. 28– y la escritora George Sand –que escribió Un invierno en Mallorca– el invierno del año 1838-1839. La música del compositor polaco sonó ayer en La Cartoixa para los Reyes y sus hijas gracias al pianista Carlos Bonnín, quien cada día, de lunes a viernes, desde el año 1993, interpreta piezas de Chopin durante las visitas diarias a La Cartoixa, y ayer hizo lo propio ante la Familia Real, con una selección muy especial.

Imagen de los monarcas y sus hijas en el interior de la Cartuja. Imagen: © Casa de S.M. el Rey

Desde La Cartoixa mostraron su satisfacción por la visita de la Familia Real, una manera de recuperar la estrecha relación que ha tenido este lugar con la monarquía. De hecho este rincón de Valldemossa guarda desde siempre un estrecho lazo con los Borbones: el rey emérito veraneaba de niño en la celda de La Cartuja de Valldemossa propiedad de la familia Carvajal, y los ahora reyes eméritos estuvieron en muchas ocasiones en La Cartoixa durante sus veranos en la Isla, a veces acompañando a ilustres visitantes, como los emperadores de Japón, Akihito y Michiko, en 1994; Bill Clinton (1997); o el presidente de China, Xi Jinping, en 2010. En el año 2000, el entonces Rey recibió en audiencia a los propietarios de La Cartoixa.

Ariadna García Álamo, una niña de 7 años y vecina de Selva, se ha hecho un 'selfie' con Letizia al finalizar la visita.

Tras finalizar la visita, Felipe VI y Letizia, junto a sus hijas, quisieron saludar a las personas que aguardaban en la calle, dándose un baño de multitudes en la vía Blanquerna: Aprovechando el momento, la princesa Leonor y la infanta Sofía entraron, curiosas, en el interior de una de las tiendas de souvenirs.

El apunte

Una jornada llena de anécdotas

Viva el Rey, viva la Reina. Tras la visita, los Reyes y sus hijas salieron a saludar a la gente que aguardaba en la calle, dándose un baño de multitudes, escuchando en varias ocasiones durante todo el recorrido, hasta que llegaron a los coches oficiales, gritos de ‘¡Viva el Rey!’, ‘¡Viva la Reina!’.

Foto y selfi con Letizia. A punto de finalizar el recorrido por la vía Blanquerna, de Valldemossa, la reina se agachó para preguntarle a Ariadna García Álamo, de 7 años de edad y vecina de Selva, cómo se llama. La pequeña, tras responderle, le pidió a Letizia hacerse un selfi con ella, y a continuación le hizo una foto a Leonor y Sofía.

La prensa. El equipo de comunicación de Casa Real indicó y guió a los cámaras y fotógrafos hasta los distintos puntos del recorrido, lo que provocó en algunas ocasiones que se obstaculizara la visibilidad a los espectadores que aguardaban tras las vallas.

Sin cocas de patata. La propietaria de una de las pastelerías de Valldemossa quiso hacer entrega de las tradicionales cocas de patata a la Familia Real, algo que impidió el servicio de seguridad de Casa del Rey.

Terrazas llenas. El público llenó las terrazas de bares y restaurantes, pero sin realizar muchas consumiciones.