Vista general de edificios en Palma. | Teresa Ayuga

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La crisis de la vivienda plurifamiliar sigue condicionando el panorama habitacional en Baleares. La vivienda unifamiliar de alto coste, es decir los chalets de lujo, sigue tirando del carro en lo que a obra nueva se refiere a pesar de haber experimentado un ligero retroceso que en su caso, y a diferencia de los que ocurre con las viviendas plurifamiliares, es un problema puntual y no crónico.

Así lo aseguran desde el Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares (COAIB), cuyo decano, Bernat Nadal, en compañía del presidente de demarcación en Mallorca, Joan Cerdà, ha dado a conocer los datos de edificación del primer semestre del año. A tenor de estas estadísticas, la vivienda unifamiliar sigue constituyendo el principal sustento de la actividad, además de la edificación turística y de instalaciones docentes. En conclusión, «seguimos edificando poca vivienda nueva», ha resaltado Nadal para señalar que las cifras superan las de años anteriores pero siguen siendo siendo muy bajas en comparación con otras décadas. El volumen de superficie reformada, por otro lado, tampoco es suficiente para compensar la carestía de obra nueva. Ni tampoco la construcción de Viviendas de Protección Oficial (VPO), la cual sigue preocupantemente baja en comparación con la media del entorno europeo.

Así, de enero a julio se construyeron 1.690 viviendas, un 10 % menos que en 2021 aunque un 17 % más que en 2019. En total se alzaron 744 viviendas unifamiliares y 946 plurifamiliares libres, además de otras 75 plurifamiliares protegidas. Las unifamiliares concentraron la mayor parte del presupuesto, que es más del doble que el de las plurifamiliares: 358 millones de euros por solo 133 millones. Aunque el presupuesto en unifamiliar haya retrocedido ligeramente continúa en máximos históricos. También lideran el volumen de superficie edificada: en 2007 el 21 % de la superficie total se destinaba a unifamiliar, un porcentaje que se ha duplicado a día de hoy. De cada 100 metros cuadrados destinados a vivienda en Balears, 41 son de unifamiliar.

«A los promotores no les salen las cuentas a la hora de hacer plurifamiliares, el precio del suelo, los materiales... No compensa y hace años que la plurifamiliar se ha dejado de lado», señala Nadal para hacer hincapié en las trabas legislativas. Por contra, la unifamiliar dispone cada vez de mayores superficies y presupuestos, lo que ha completado su transformación en una tipología de vivienda exclusivamente reservada a compradores de alto poder adquisitivo. Ni la pandemia ni la guerra de Ucrania son el motivo de una tendencia que ya existía, pero sí que han sido factores clave para acentuarla. «Estamos ante un futuro incierto y no demasiado esperanzador».

El promedio anual de creación de nueva vivienda en estos primeros años de la década de 2020 se sitúa en los 3.439 edificaciones, muy lejos de los 15.226 de los años 70 o los 19.263 de los años 80 y, lo verdaderamente importante, insuficiente para dar respuesta a la demanda habitacional actual. A este respecto Nadal señala que no se puede precisar cuántas viviendas harían falta para cubrir la necesidad habitacional que hay a día de hoy en Baleares, ya que para ello habría que partir de un censo fiable del parque de viviendas actual que por desgracia no existe.

Una posible solución podría pasar por el fraccionamiento de buena parte del parque inmobiliario construido en las décadas del boom inmobiliario, en los años 70 y 80. En esa época se estilaba la edificación de viviendas que poco se ajustan a los tiempos actuales. «Ese parque de viviendas no responde a las necesidades de la sociedad actual», explica Nadal para añadir que se trata de «viviendas de entre 120 y 150 metros cuadrados con tres y cuatro habitaciones». A día de hoy gran parte de ese tipo de inmuebles se encuentra en manos de gente mayor que en realidad no precisan de tanta superficie y el fraccionamiento de esos inmuebles podría suponer una buena medida para paliar los problemas habitacionales en las Islas. «Hablamos de modificar las intensidades de uso. Entendemos que es factible técnicamente pero siempre aparecen pegas normativas», señala Nadal, quien ha confirmado que esta es una alternativa que ya se ha puesto oficialmente sobre la mesa del Govern.