Tendrá una extensión de 4,24 kilómetros y transcurrirá por el carril izquierdo más pegado a la mediana en dirección a Palma, desde la salida del aeropuerto y hasta la entrada a Ciutat por el Portitxol. Como excepción, se podrá salir del carril especial para incorporarse a la vía de cintura. Para ir a Son Sant Joan no habrá ninguna restricción. El uso de la nueva vía, que estará pintada en el asfalto (en señalizarlo se tardará sólo unos días), estará vetado a los conductores que vayan solos y a los que conduzcan vehículos que pesen más de 3.500 kilos. Esto implica que podrán usar el carril los conductores de furgonetas, pero excluye a los que lleven camiones de obra de gran tonelaje. Por el contrario, podrán usar el futuro carril autobuses privados y públicos; vehículos con dos o más ocupantes y los que dispongan de una señalización de discapacidad V-15; los taxis y vehículos compartidos; las motos de dos y tres ruedas; y los camiones de bomberos, ambulancias y otros servicios de emergencias.
Desde el departamento de Carreteras del Consell han explicado que a finales del pasado mes de abril aportaron toda la documentación pertinente al Consejo Superior de Tráfico, Seguridad Vial y Movilidad Sostenible, dependiente del Ministerio del Interior. En mayo este organismo requirió un nuevo informe al Consell de Mallorca, que se lo envió a mediados del pasado mes de junio ahora se encuentran pendientes de su publicación en el BOE para poder implantarlo. Las citadas fuentes han precisado que se encuentran dentro de los plazos habituales en este tipo de trámites. No obstante, ha recalcado que aunque la autorización llegue en los próximos días ya no se implantará hasta que no finalice la temporada turística y baje el tránsito de la vía. «Esperaremos a que la vía no esté al 100 %, ya que queremos hacerlo en un momento que no moleste», han reiterado.
Objetivo: Reducir las aglomeraciones
Desde el Consell de Mallorca han argumentado que el objetivo de esta medida es «reducir las aglomeraciones de coches en la entrada de Palma y también la emisión de partículas contaminantes». El conseller de Movilidad e Infraestructuras, Iván Sevillano, ha declarado que «la implantación de carriles bus VAO es una alternativa de futuro en materia de movilidad, porque incentiva el uso del transporte público, ya que éstos se reservarán a autobuses, para fomentar el transporte público, y en vehículos de más de un ocupante, para fomentar coches compartidos. Todo esto enfocado a reducir las aglomeraciones y la contaminación». Desde la institución insular han argumentado que el 66 % de los vehículos que pasan por este tramo son conductores que van solos. Si se redujera su número en un 20 %, el carril sería un éxito, según Sevillano.
Como no podía ser de otro modo, incumplir la normativa del carril VAO conllevará una sanción de la Guardia Civil. Además, las cámaras de la Dirección General de Tráfico (DGT), instaladas a lo largo de este tramo, también vigilarán durante 24 horas que se cumplen las normas de uso.
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