Los niños han llegado este jueves al aeropuerto de Palma. | M. À. Cañellas

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Niños saharauis y sus familias de acogida vuelven a sonreír. Un total de 36 niños de los campos de refugiados de Tinduf llegaron ayer a la Isla, donde pasarán lo que queda de julio y todo el mes de agosto de vacaciones junto a las familias apuntadas al programa Vacaciones en Paz, organizado por la Associació d’Amics del Poble Sahrauí de les Illes Balears. Tras dos veranos en los que la pandemia no les permitió llevar a cabo un proyecto que cumple 35 años, la asociación ha podido retomar esta iniciativa a pesar de las dificultades del proceso, y ha traído un total de 45 niños a Balears,    seis de ellos a Eivissa y otros tres a Menorca.

«Llevo dos días sin dormir para que todo salga según lo previsto», señala Manolo Mulet, coordinador de Vacaciones en Paz, después de reunir a las familias de acogida con sus niños. La ilusión por conocer una nueva cultura y disfrutar de un verano diferente al que están acostumbrados rebosaba en todos ellos. A su llegada les ofrecieron refrescos y cantaron en grupo con Catalina Rosselló, la presidenta de la Associació d’Amics del Poble Sahrauí.

Ayudarles a crecer

«Queremos que esto sirva para su proceso de aprendizaje y que crezcan lo mejor posible durante este tiempo», apuntaba una de las familias de acogida momentos antes de conocer a la niña que pasará las próximas semanas con ellos. Entre los presentes se encontraba Iago Negueruela, conseller de Model Econòmic, Treball i Turisme, que acoge a uno de los niños. En general, las familias coinciden en la conveniencia de que los pequeños no se queden en casa la mayor parte del tiempo, sino que asistan a escuelas de verano o compartan actividades con otros niños para que socialicen y aprendan el idioma.

«Con que nos devuelva todo el cariño que le vamos a dar estos meses, yo seré la persona más feliz del mundo», comenta Visitación Lopera, miembro de una de las familias de acogida, que tiene una nieta de siete años con la que su niña de acogida compartirá juegos. Para los más pequeños de estas familias también será una experiencia muy importante, ya que conocerán otra cultura distinta a la suya. La idea de Vacaciones en Paz es que este sea un proceso continuo. Está previsto que todos los niños nacidos en 2014 puedan regresar los próximos años con las mismas familias de acogida, de manera que podrán reforzar los vínculos creados durante este mes y medio, y de esta forma la Associació y las propias familias      podrán seguir de cerca su desarrollo.