Ángel Adrover con equipación militar en una fotografía tomada en territorio ucraniano.

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Familiares y allegados de Ángel Adrover Martínez se despidieron este viernes del joven mallorquín fallecido en Ucrania en el velatorio que tuvo lugar en el tanatorio Parc de l’Auba de Manacor. La Parroquia de San Isidre de s’Horta, en el municipio de Felanitx, tiene previsto oficiar este sábado una misa a las 20.00 horas.

El Ministerio de Exteriores del Gobierno de España estuvo trabajando en estrecha colaboración con las autoridades ucranianas para la repatriación del cuerpo después de la notificación del fallecimiento, ocurrido a mediados del pasado mes de junio.

Según se informó desde el ministerio, la repatriación, pese a que en un principio topó con las trabas logísticas propias de un territorio en conflicto y sin tráfico aéreo, pudo finalmente consumarse a través de los procedimientos habituales en estos casos y a través de las gestiones de la Embajada española en Kiev.

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Exteriores estuvo prestando su colaboración a la familia de Adrover hasta que éste pudo hacerse cargo del cuerpo. Ha sido la propia familia la que ha costeado enteramente el traslado.

El felanitxer, titulado en ingeniería de telecomunicaciones y de 31 años de edad, llevaba cerca de tres meses enrolado en las fuerzas armadas ucranianas. Acudió al país eslavo desde Holanda, donde residía desde hacía cerca de un año, con la intención de prestar su ayuda frente a la invasión rusa.

A pesar de que en un primer momento estuvo trabajando en el área de telecomunicaciones en una base militar de Leópolis -en el oeste del país a unos 70 kilómetros de la frontera con Polonia- al poco tiempo, Adrover, que carecía de formación militar, se decidiría a tomar las armas e iniciar adiestramiento para entrar en combate. De hecho, el último vídeo que colgó en su canal de YouTube, el 11 de mayo, el joven explicaba con detalle como cargar adecuadamente un fusil de asalto M4A1.

La investigación, en cualquier caso, constató que el joven no había fallecido víctima del fuego ruso, un extremo que el propio ministerio se esforzó en dejar claro desde el primer momento. La noticia de su muerte causó una gran consternación en el núcleo costero de Portocolom, donde reside su familia.