Foto de la Guardia Civil en la finca donde se incautaron los corderos.

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La Conselleria de Salut confirma que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, órgano que pertenece al Gobierno estatal, ya trabaja con todas las comunidades para buscar técnicas que garanticen la práctica del sacrificio según los distintos ritos religiosos y que, a su vez, cumplan con la normativa vigente. La ley solo permite hacer una excepción en fincas cuando el sacrificio es para consumo familiar del productor y que no supere un máximo de tres cerdos, en el caso de las matances. Así lo constatan fuentes de la Conselleria para responder a las quejas por parte de la comunidad islámica de Balears, después de que la Guardia Civil incautara el pasado sábado un centenar de corderos en una vivienda de La Vileta que iban a ser sacrificados para la tradicional fiesta musulmana.

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Los musulmanes tildaron este hecho de «islamófobo» y pidieron al Govern la regularización de la práctica. Desde la Conselleria, sin embargo, recuerdan que sus competencias radican en velar porque se respete la seguridad alimentaria y el bienestar animal. En este sentido, matizan que en la operación de la Guardia Civil se levantó un acta porque el actual ordenamiento jurídico obliga a que los animales destinados al consumo sean sacrificados siempre en mataderos para garantizar que se cumple la ley.

En Balears hay diez mataderos, siete de ellos para animales ungulados (con pezuña) y tres para aves. La comunidad musulmana se refirió a que sea el Govern quien obligue a los mataderos a contar con sujeciones metálicas para realizar el sacrificio según el rito halal. En este sentido, Salut insiste en que no tiene competencia en ningún matadero y en que contar con este tipo de técnicas es responsabilidad de las propias empresas. Con todo, subraya que las competencias de Salut i Consum pasan por «preservar la salud pública y asegurar que los alimentos lleguen a los consumidores con todas las garantías de seguridad alimentaria».