Buena parte de los muros que cierran el Psiquiátrico ya ha desaparecido y el espacio ha quedado abierto. | Teresa Ayuga

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Coincidiendo, aproximadamente, con el 150 aniversario del inicio del derribo de las murallas históricas de Palma (1873) y con el 90 aniversario de la culminación de ese proceso (1932), la ciudad ve cómo desaparece su segundo recinto amurallado: el del Hospital Psiquiátrico. Como se recordará, fue el pasado día de 1 de julio cuando se iniciaron las obras de reforma de la urbanización del recinto del Psiquiátrico. Con una inversión de 10 millones de euros, el objetivo es abrir todo ese espacio a la ciudad, dar lugar al llamado Parc Sanitari Bons Aires y conectarlo con el Parc de sa Riera. No se trata sólo de reformar un espacio y cambiar un nombre, sino también de liquidar la antigua mentalidad de que a las personas con un diagnóstico de salud mental había que mantenerlas aisladas en un recinto cerrado. Mejor no ver los supuestos problemas.

El derribo de los muros y de antiguas dependencias avanza a buen ritmo. Las obras de transformación de toda esa área urbana para crear el Parc Sanitari Bons Aires tienen una duración prevista de 18 meses y abarcan la mejora de instalaciones y saneamientos, el derribo de dependencias obsoletas y la rehabilitación paisajística del entorno, de tal forma que los jardines del Psiquiátrico    quedarán abiertos a los ciudadanos. De los 10 millones de euros presupuestados, seis corresponden a la actuación urbanística y cuatro a la rehabilitación y reforma de edificios. Evidentemente, la reforma de los edificios conlleva la actualización de las infraestructuras sanitarias para que alcancen el máximo nivel. Ello incluye la implantación del Centre de Salut y el Servei d’Urgències d’Atenció Primària de Bons Aires.

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El objetivo de la actuación es crear un espacio abierto y conectado con el Parc de sa Riera.

De este modo, ya se ha procedido a la reforma integral de los edificios de las unidades de larga y media estancia del Psiquiátrico. También se han adecuado las instalaciones de climatización de la Unitat del Psicogeriàtric y se ha rehabilitado la estructura, la cubierta y la fachada del club social. Así, una actuación de mejora de infraestructuras sanitarias ha sido aprovechada para adecuarlas, en este caso, a los nuevos usos y conceptos de la salud mental, pero también ha servido para abordar una iniciativa urbanística de relieve para Palma.