En la fuente hay tres pilas, una natural y dos artificiales, de agua cristalina. | Aires de la Serra Mallorquina

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Documentadas y catalogadas, Mallorca sólo tiene dos fuentes situadas a más de mil metros de altura: la Font de s’Avenc (1.128 metros) y la Font des Voltor (1.116). Ambas se encuentran en el municipio de Escorca y en el entorno del Puig de Massanella, la primera en la vertiente sudeste y la segunda en su vertiente norte, cerca del Coll des Prat. Cabe destacar que, hasta la construcción de los radares de vigilancia aérea del Puig Major, en 1957, muy cerca de la cima, a una supuesta altura de 1.430 metros, se encontraba otra Font des Voltor. Era la situada a mayor altura de la Isla, pero las obras arramblaron con ella.

La Font de s’Avenc es relativamente conocida al encontrarse en el camino que va desde el Coll de sa Línia hasta la cima del Massanella (1.364 metros), una excursión bastante frecuentada por residentes y turistas. La ascensión a la cima es dura y exigente, y se agradece la presencia de la fuente cuando todavía quedan por delante 236 metros de desnivel, aunque no todos se atreven a beber su agua por prevención. El agua que surge de la fuente suele ser cristalina, pero también es verdad que el lugar no siempre huele muy bien, seguramente por la presencia reciente de algún caprino.

Según el Inventari de Fonts a Mallorca, la Font de s’Avenc debe su nombre a una evidencia: se encuentra en la parte más baja de un avenc (sima, en castellano). Presenta la particularidad de un acceso a través de escalones de piedra que descienden hasta la fuente. La antigua escalera aparece en parte estropeada por el paso del tiempo, pero también por el de numerosos visitantes que a veces no son lo cuidadosos que deberían. Hay 45 escalones, dos rellanos y un merendero con un banco circular y una mesa, todo ello también de piedra.

La fuente presenta un acceso a través de una escalera y un merendero. Foto: Aires de la Serra Mallorquina

Abajo, en lo que ya es propiamente la fuente, se encuentran tres pilas de agua superpuestas. La de más arriba es natural y recoge el agua que cae por las paredes. Las dos pilas de más abajo, artificiales y talladas en la piedra, una cuadrada y otra redonda, facilitan la recogida de agua. El Inventari destaca que «dada la altura a la que se encuentra la fuente, sus aguas son frescas y por el tipo de terreno también son muy finas de gusto». Ello no quita, como se ha mencionado anteriormente, que el olor ambiental no sea siempre agradable y que, desgraciadamente, muchas veces hay algún rastro humano en forma de residuo.

El Inventari de Fonts de Mallorca tiene catalogadas 1.671 fuentes, 180 de ellas en Escorca. Por su parte, el estudio 'Hidroquímica de l’aigua de les fonts de la Serra de Tramuntana', de Martín Llobera y Antònia Ferriol, señala la presencia de 1.240 fuentes sólo en la cordillera y en parte del Raiguer. Cabe apuntar que, sobre un muestreo de 180 fuentes de Tramuntana, el estudio hidroquímico indica que la temperatura registrada en el agua de las mismas oscila entre los 6 y los 24 grados centígrados. La media es de casi 15 grados y la gran mayoría de muestras se sitúa entre los 10 y los 20 grados. Los extremos citados son excepciones.

Temperaturas inferiores a los 10 grados aparecen en fuentes con un caudal muy pequeño, con una velocidad del agua ínfima y, ​​durante el invierno, en algunas de las que se encuentran a mayor altitud, como sería el caso de la Font de s’Avenc. De acuerdo con estos datos, todas las fuentes muestreadas tienen aguas frías. No se ha encontrado ningún caso en el que las aguas pueden considerarse templadas o termales.