Imagen de archivo de Urgencias de Son Espases. | SIMEBAL

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El Servicio de Salud de Baleares, siguiendo la última actualización de la Estrategia y Control frente a la COVID-19 después de la fase aguda de la pandemia, dejará de realizar cribados sistemáticos con pruebas diagnósticas de infección activa a todas las personas que requieran ingresar en un centro hospitalario de la red pública. En una nota de prensa, la Conselleria de Salud y Consumo ha explicado este martes que, a partir de ahora, se realizarán pruebas de detección en las situaciones específicas que se considere necesario para proteger a los pacientes vulnerables, dependiendo del riesgo epidemiológico o clínico del paciente. Hasta el momento, se realizaba una prueba diagnóstica de infección activa (PDIA) a todas las personas antes de un ingreso y a todos aquellos pacientes a quienes se iba a realizar una intervención de cirugía mayor ambulatoria.

Siguiendo, de manera progresiva, con la adaptación a la nueva Estrategia, esta situación se verá modificada. Primeramente, se valorará la situación clínica --si presentan síntomas o signos sospechosos de COVID-19--, así como epidemiológica (si han tenido contactos con casos positivos en los últimos 7 días y/o procedencia de una residencia o institución), de todas las personas que requieran un ingreso hospitalario. En caso de no presentar sospecha, se realizará PDIA algunos casos como, por ejemplo, antes de un ingreso hospitalario en un centro de media y larga estancia, para detectar precozmente la infección y tomar las medidas de protección en el uso compartido de habitaciones o espacios de pacientes vulnerables; antes del ingreso en un hospital de agudos y antes de una intervención de cirugía mayor, para proteger al paciente y evitar las posibles complicaciones derivadas de una infección aguda por SARS-CoV-2, en los casos de personas sometidas a procedimientos electivos demorables no urgentes, dependiendo de la gravedad de la intervención y del estado físico de la persona, siguiendo unos criterios establecidos. La modificación del protocolo ha sido elaborada por la Oficina de Calidad del Servicio de Salud, y revisada por la Dirección de Asistencia Sanitaria del Servicio de Salud de las Islas, y cuenta con el consenso de todas las gerencias hospitalarias del Servicio de Salud. Los altos niveles de inmunidad alcanzados por la población, la evidencia científica disponible y las nuevas indicaciones de la Estrategia de Vigilancia y Control frente a la COVID-19 han hecho posible que personas con una PDIA positiva que ingresan por motivos diferentes a la infección por SARS-CoV-2, siempre que sean asintomáticas o con sintomatología leve, puedan ser atendidas nuevamente en las unidades donde se encuentran profesionales sanitarios altamente especializados.

Así, una persona con PDIA positiva con una fractura ósea puede ingresar en la unidad de traumatología y una mujer a punto de dar a luz puede ingresar en la unidad de ginecología/obstetricia. Todo ello garantiza la mejor atención a la situación que les lleva al ingreso. La Conselleria de Salud y Consumo ha destacado que en ningún caso una persona a la que hayan realizado una PDIA y sea positiva, esté ingresada en el área donde esté ingresada, comparte habitación con una persona no infectada. Estas personas tienen que permanecer aisladas hasta obtener una prueba negativa o una PCR de baja carga viral. Asimismo, los profesionales que atienden a personas positivas lo hacen cumpliendo siempre, de forma muy estricta, todas las medidas de seguridad, para evitar así la propagación de la enfermedad a otros pacientes, familiares o profesionales del centro. Con todo, el Servicio de Salud ha recordado que el uso de mascarillas dentro de los centros hospitalarios es obligatorio y, en todo caso, ha recomendado extremar las precauciones cuando se realicen visitas a personas ingresadas.