El caso comenzó con la investigación por una serie de cohechos por obras menores en torno a la carretera de Manacor. Sin embargo la parte más importante ahora se centra en el precio real de la infraestructura. | M. À. Cañellas

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Las sospechas de graves irregularidades cometidas por el ingeniero José Manuel Guardiola comprometen la posición del Consell en el ‘caso Peaje’ y hacen tambalearse la acusación a tres meses de que se celebre el juicio con un jurado. Contra el perito que ha pagado la Administración en esta causa y en el que se sustenta la reclamación millonaria de la entidad a la constructora de la carretera Palma-Manacor, se han interpuesto una querella por delitos de falso testimonio, tráfico de influencias, cohecho, malversación y estafa procesal. Además ha sido recusado y se pide su expulsión en el juicio. Si esta prueba queda fuera, con ella se hundiría la acusación de que Pamasa, la constructora, gastó 40 millones de euros menos de forma fraudulenta en la obra, una cifra que solo se sustenta en los informes de Guardiola.

La querella ha sido inadmitida a trámite por un juzgado de Instrucción de Palma, aunque la decisión está recurrida y pendiente de resolución. Lo mismo ocurre con el incidente de recusación. Ambos se basan en una investigación llevada a cabo por un detective privado tras una conducta extraña por parte del ingeniero cuando el presidente del tribunal del jurado le ordenó un nuevo dictamen y que se reuniera con los expertos propuestos por las defensas. Entre los ingenieros de este lado y el perito hay una discrepancia enorme en su valoración de las obras.

La investigación desveló una serie de vínculos entre el perito y el exconseller insular de Carreteras, Ernesto Santamaría, que ocupaba el cargo cuando estalló el caso y relevó al principal investigado, Antoni Pascual. La pericial de Guardiola fue pagada por el Consell Insular, un compromiso que adopto Santamaría y costó más de 200.000 euros. Según se pone de manifiesto ahora, el perito a su vez subcontrató parte de las mediciones que tenía que llevar a cabo con la empresa Gripia Gestión, propiedad de Santamaría. Es decir, que el mismo cargo político que asumió el pago con fondos públicos más tarde se habría beneficiado de ellos. Según consta, tanto en el incidente de recusación como en la querella, una extrabajadora relata al menos tres facturas entre Guardiola y Gripia.

Entre el perito y Santamaría existirían vínculos anteriores como que ambos fueron compañeros de curso en la Universidad. A juicio de las defensas, esta relación de amistad y, a su vez, un antiguo contencioso laboral entre Santamaría y una de las empresas constructoras, explicarían una animadversión en los informes y la enorme discrepancia en las valoraciones de la carretera que mantienen bloqueado el caso y abocan a la celebración de un complejísimo juicio con un jurado popular.

El apunte
Víctor Malagón

La institución se juega millones en el juicio

Víctor Malagón

En el ‘caso Peaje’, la Fiscalía reclama condenas de sesenta años para trece acusados por irregularidades en la obra de la carretera. El asunto ha estado varias veces a punto de un acuerdo bloqueado por las discrepancias económicas entre el Consell y las empresas. La Administración dejó de pagar parte del canon anual a la empresa Pamasa cuando estalló y además le reclama una indemnización de ocho millones por la supuesta falta de inversión que se deduce de los informes de Guardiola. Si fracasa la acusación en el juicio, la Administración se encontrará con que debe abonar en torno a 25 millones de euros por la reclamación de Pamasa. El juez que iba a presidir el jurado ordenó que los peritos de todas las partes se reunieran para aclarar sus posturas y que valoraran los costes sin entrar en interpretaciones sobre el contrato, algo que las defensas sostienen que Guardiola no hizo.

Las claves
  1. Subcontratación de trabajos

    El informe de investigadores privados señala que Guardiola subcontrató trabajos que pagaba el Consell Insular con la empresa del entonces director insular de Carreteras, Ernesto Santamaría, y que, al menos existieron tres pagos a éste.

  2. Elevadas penas de prisión en el juicio

    El juicio del ‘caso Peaje’ se prolongará durante todo el mes de septiembre y con un jurado popular. La Fiscalía reclama condenas de siete años de prisión para acusados como el ex director general de Carreteras, Antonio Pascual.

  3. Negociaciones en punto muerto

    La condición de la Fiscalía para alcanzar un acuerdo con las defensas fue que el Consell, a su vez, alcanzara otro con la concesionaria en torno al coste de la obra. La institución insular se ha negado y mantiene su petición de máximos para el juicio y rechaza soluciones intermedias.