Los turistas han vuelto a llenar las calles de las Islas. | Jaume Morey

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La pandemia ha supuesto un importante impacto en nuestras vidas, pero poco a poco comienza a recuperarse la 'antigua normalidad' y se va dejando a un lado la denominada como 'nueva normalidad'. Las importantes restricciones aprobadas para frenar los contagios de COVID-19 modificaron los comportamientos habituales de los ciudadanos y eso se ha visto reflejado en todos los ámbitos: desde la delincuencia a la economía.

Cabe destacar que los robos cayeron de forma significativa como consecuencia de los confinamientos y los toques de queda. Sin embargo, a medida que se han ido recuperando los movimientos éstos han vuelto a incrementarse y se han situado en cifras similares a la prepandemia, aunque algo por debajo. En el caso concreto de los robos con fuerza e intimidación, si se comparan los del primer trimestre de 2022 con los del mismo periodo del ejercicio anterior, se ha producido un aumento del 86,6 % en Baleares.

Desde el Ministerio del Interior han advertido que estos dos periodos no se pueden comparar puesto que a principios de 2021 había restricciones muy importantes en las Islas con motivo de la pandemia de la COVID-19. Una de las más significativas era el toque de queda establecido a las 22:00 horas. Por tanto, el hecho de que no se pudiese salir por la noche limitó de forma importante la posibilidad de cometer estos delitos. Sin embargo, si se toma como referencia el primer trimestre de 2019, estos delitos han experimentado un descenso del 8,7 %; exactamente este año se han registrado 209, mientras que entre enero y marzo de 2019 fueron 229.

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La economía también ha comenzado a recuperar los niveles previos a la crisis sanitaria. Así, el pasado mes de mayo se registró un récord en cuanto a creación de empleo y la tasa de paro se situó en el 6 % con un total de 36.023 personas desempleadas. El Govern da por hecho que este verano se llegará «prácticamente» al pleno empleo, recuperando así los puestos de trabajo fulminados por la COVID-19. La gran dependencia que tiene Baleares del turismo hizo que fuese unas de las regiones más perjudicadas en materia económica. Sin embargo, las perspectivas para esta próxima temporada estival no pueden ser mejores. Así, el aeropuerto de Palma se sitúa como líder de las zonas turísticas del Mediterráneo y los principales touroperadores extranjeros puntualizan que Mallorca va a superar este año todos los registros de actividad turística de 2019, ya que los niveles de ocupación hotelera van a estar por encima del 80 % a partir de las próximas semanas y toda la oferta de alquiler turístico vacacional estará casi al completo hasta septiembre. Lo mismo ocurre con la restauración, que prevé que el de 2022 sea un verano récord de reservas.

Con la recuperación de la antigua normalidad también han vuelto las bodas. En 2020 el 'no quiero' ganó por goleada al 'sí quiero'. De este modo, los enlaces matrimoniales se desplomaron un 42 %; se pasó de los 4.880 celebrados en 2020 a los 4.880 del ejercicio anterior, según datos del INE. Sin embargo, este verano se han disparado los matrimonios. El presidente de la Asociación de Profesionales de Bodas y Eventos de Baleares (APBEB), Pedro Llabrés, ha avanzado que este será un año de récord de bodas en la Isla, ya que está previsto que se celebren un 30-40 % más que antes de la pandemia de la COVID-19. Esto se debe a que las restricciones derivadas de la crisis sanitarias muchas nupcias tuvieron que aplazarse.

Estos son los ejemplos más significativos de que, lo que parecía muy lejano o casi imposible hace un año, se ha recuperado en 2022. La pandemia de la COVID-19 aún no ha finalizado, pero sí lo han hecho las restricciones que han estado condicionando todos movimientos durante este tiempo.