Francesc Bujosa, Pere Serra, Lleonard Muntaner y Miquel Serra en el restaurante Caballito de Mar de Palma en septiembre de 2016. | Redacción Local

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Francesc Bujosa fue un gran enamorado del «mundo francés». Un «hijo del mayo del 68» que, en sus últimos años, había convertido Son Ferriol en su añorado París. Gracias a Internet podía leer el Paris Turf para analizar los pronósticos de las carreras de trote, su gran pasión. El canal Equidia le permitía ver en directo las competiciones y en el forn de debajo de su casa hacían unos croissants buenísimos, casi tanto como los que muchas veces había desayunado en alguna brasserie parisina. Poniendo el aire acondicionado a dos o tres grados se imaginaba viviendo en la capital gala sin salir de Palma.

Así recuerda su amigo Pere Riutord Sbert esta sugerente comparativa que Bujosa contó en una entrevista. Su repentina muerte, justo antes de la pandemia, en 2020, «descolocó» a los que más le querían. «Se fue pronto, pero tuve el privilegio de ser su amigo», dice Riutord, que hoy presenta en la Fundació Sa Nostra de Palma De París al Cel. Compilació d’articles d’opinió (1990-2017) del professor Francesc Bujosa i Homar (Lleonard Muntaner, 2022).

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Pere Riutord Sbert, autor del libro.    Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

El prólogo del libro desvela el legado de una figura «polifacética», que dejó 15 obras en el ámbito de la Historia de la Ciencia. También fue un gran comunicador y polemista, algo que reflejan la docena de artículos seleccionados por Riutord. El resto, casi mil, se pueden consultar a través de un código QR impreso en el libro.«No conoces al verdadero Bujosa si no consultas sus artículos de opinión», asegura, y define cada uno de sus textos como «joyas sin desperdicio». El autor recuerda las tertulias semanales que Bujosa protagonizaba en Son Ferriol o en el bar del hipódromo de Son Pardo. «Era un rara avis dentro del trote, no sé que hacía ahí dentro», confiesa Riutord, y añade:«Un catedrático no cabía dentro de la comunidad del trote, pero aun así se metía sin complejos». En esos ambientes le conocían como el cátedro, dice, y asegura que siempre intentaba «arrastrar» a sus amigos al mundo del trote. Era una afición que le venía de su infancia en Son Ferriol, donde hay mucha cultura hípica. «Nos embaucaba para comprar un caballo de carreras», confiesa el autor entre risas.

Bujosa mirando a través de un microscopio en el colegio La Salle de Palma

Bujosa y Magdalena Barceló delante de la torre Eiffel en 1968.

Bujosa da de comer en 2013 a Cristal de Font en la cuadra que tenía en Son Ferriol.

Su pasión por el trote se demuestra en sus artículos, puesto que en ellos llegó a citar más de mil nombres de caballos. Riutord ha indexado    estas y otras referencias, como todas las personas que salen en sus textos. La mayoría publicados en catalán en el Diari de Balears, pero también en    castellano, en Ultima Hora. La historia, la filosofía, la ciencia, los caballos, el arte y el deporte son los temas más recurrentes. El libro se gestó hace dos años en el despacho del actual editor de Última Hora, Miquel Serra, gran amigo de Bujosa, al igual que Pere Serra. «Le tenía una admiración profunda, casi devoción», destaca Riutord. La compilación de artículos se ha nutrido del archivo documental del Grup Serra, la página web francescbujosa.com y el archivo documental de la Biblioteca de Can Sales de Palma.