El turismo es el principal motor de la economía balear. | Redacción Digital

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La inflación perjudicará a la temporada turística en Baleares. Así lo han puesto de manifiesto Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com y Luis García Langa, director de Corredordefondos.com. «La inflación resta competitividad a Baleares como destino turístico por varios factores. En primer lugar, porque el aumento del precio del petróleo incide en el coste de los desplazamiento de nuestros turistas. También acabarán aumentando los costes de los bienes y servicios que pagan, hotel y demás gastos. Por otro lado, de forma indirecta, el aumento de costes de las Islas afecta a la calidad del servicio que se presta al turista: muchos trabajadores de fuera de las Islas han dejado de venir a cubrir trabajos temporales, bien porque han encontrado otros oficios tras la pandemia, bien porque el sueldo que se paga no compensa los gastos de estancia en Baleares. Si las empresas turísticas no cubren todos sus puestos de trabajo o acuden a mano de obra poco cualificada, el servicio que prestan al turista es de menos calidad», ha manifestado Monserrat.

No obstante, Langa ha advertido que «hay una clase de turistas a los que no les afectan los precios, ya sean por ser de poder adquisitivo alto o por provenir de ciudades más caras que las nuestras. Claro está, siempre que los servicios que se les dan aquí justifiquen esos precios, porque aunque sean ricos no son tontos». Sin embargo, ha admitido que «para otra clase de turistas sí nos puede afectar, ya que pueden acudir a destinos más baratos con servicios similares. Por lo tanto, nuestro foco debería estar más en el servicio que en el precio».

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¿Tiene más impacto que en el resto de Comunidades?

Monserrat ha señalado que «si los costes de transporte se incrementan, las zonas como Baleares se ven especialmente afectadas, tanto en el sobrecoste del transporte de mercancías como en el de personas. Llegados a este momento nos deberíamos hacer una pregunta como contribuyentes y votantes: ¿cómo puede ser que a estas alturas no se hayan aprobado aún las medidas fiscales del REIB?». Langa ha manifestado que «es verdad que el turismo, tal y como pasó en la anterior crisis nos puede ayudar, pero hay que trabajar para que sea turismo con más márgenes y con criterios de sostenibilidad económica y ecológica porque sino a la larga será peor ya que desaparecerán y nos quedará turismo residual y éste será de bajo coste».

Preguntados por si la inflación puede motivar que la economía balear entre en recesión, el profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com ha respondido que «si la pandemia no se recrudece con nuevas variantes, el turismo será el motor de la economía, como siempre ha sido. La diferencia es que habrá mucho trabajo pero menos beneficios, ya que es difícil que se traslade todo el incremento de costes al precio que paga el turista. Lo mismo podemos decir del efecto adverso en la redistribución de la renta turística: lo sueldos no han subido como la inflación, lo que supone que se trabajará por menos sueldo esta temporada (en términos reales)».

El director de Corredordefondos.com ha considerado que «la coyuntura actual es compleja». Así, ha apuntado que «a los altos precios con consecuencias para empresas, familias y ahorros se unen ciertos problemas de desabastecimiento y la subida de tipos de intereses (provocada por la inflación). Yo creo que ese es el verdadero problema: si los tipos suben rápido y la inflación no se controla podemos vivir otra crisis de deuda. A diferencia de la de 2007 afectaría menos a las familias y más a empresas y Administraciones Públicas con lo que el impacto final, aunque indirecto, para la población es peor».