Exhumación en la playa de sa Coma.

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El Govern balear incluirá en el cuarto Plan de Exhumaciones una tercera intervención en el cementerio de Son Coletes (Manacor), que se espera sea la definitiva, y un mínimo de cuatro intervenciones más en distintas localizaciones, todas ellas ligadas al desembarco de Bayo en Mallorca en el verano de 1936. De esta manera, según ha informado en un comunicado la Conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, con la aprobación del cuarto plan de actuaciones en fosas de la Guerra Civil y el Franquismo (2022-2023), el Ejecutivo balear habrá intervenido todas las fosas viables de la represión franquista en la comunidad, «cumpliendo así con el compromiso adquirido para esta legislatura, y abordará, por primera vez, las exhumaciones del frente de guerra del Llevant de Mallorca».

Para ello, incluirá en el cuarto plan, además de una tercera intervención en el cementerio de Son Coletes (Manacor), que se espera sea la definitiva, un mínimo de cuatro intervenciones más en distintas localizaciones ligadas al desembarco de Bayo. En concreto, se trata de las fosas de la playa de Sa Coma; la del hospital de sangre -3 km tierra adentro-; la de la finca de Son Escrivá -al pie del Puig de Sa Font-, y las del interior y el exterior del cementerio antiguo de Son Carrió. Todas ellas aparecen señaladas como posible lugar de enterramiento de víctimas de la Guerra Civil en el Mapa de Fosas de Mallorca elaborado por la asociación Memòria de Mallorca y, según las fichas de investigación correspondientes, podrían albergar los restos de más de medio millar de personas, en su mayoría milicianos del bando republicano.

Son los voluntarios, hombres y mujeres, de la expedición liderada por el comandante Alberto Bayo y organizada por la Generalitat de Catalunya que desembarcó en Mallorca el 16 de agosto de 1936 para defender la República del golpe de estado. Muchos de ellos, cientos o incluso miles según los distintos estudios realizados a lo largo de los años, fallecieron en el Llevant mallorquín víctimas del combate y de los bombardeos de la aviación fascista italiana que dio apoyo a los sublevados. Otros fueron asesinados tras el reembarque del 4 de septiembre por unas tropas falangistas que se enorgullecieron del lema 'Tutti i rossi fucilati' -'Todos los rojos fusilados'- acuñado por el conde Rossi.

Además, el Govern también incluirá en el cuarto Plan de Exhumaciones la realización de un estudio histórico sobre las distintas fosas de Son Servera, igualmente ligadas al desembarco de Bayo, que permita confirmar cuáles serían viables para una posible intervención, y/o cuáles deberían descartarse de forma definitiva. La propuesta nace del grupo de trabajo creado por el Govern a tal efecto, en el que participan miembros de la Comisión de Fosas y Desaparecidos de la Guerra Civil y el Franquismo, así como representantes de los ayuntamientos implicados e investigadores de la zona del Llevant mallorquín. La viabilidad de exhumar estas localizaciones ha sido confirmada por distintos estudios previos para la localización y confirmación de posibles fosas, el último de ellos realizado por la Associació de Tècnics d'Investigacions Culturals i Socials (ATICS) para el Ayuntamiento de Sant Llorenç hace apenas unas semanas.

No obstante, «es difícil prever el éxito que pueden tener estas intervenciones, sobre todo la de la playa de Sa Coma, que ha sufrido muchas alteraciones a lo largo de estos 86 años», ha declarado el secretario autonómico de Memoria Democrática, Jesús Jurado, quien también ha explicado que «es imposible fijar una cifra del número de víctimas que se espera localizar; sólo llevando a cabo una intervención arqueológica podremos estar seguros del resultado». «Lo que sí sabemos con certeza es que muchos de los milicianos caídos o asesinados en el frente defendiendo la República fueron enterrados en la arena de la playa y el objetivo del Govern es su reparación: la reparación de los no reparados», ha añadido. Jurado ha señalado que «unos fueron enterrados con honores y sus familias fueron resarcidas, mientras otros han sufrido el olvido y la desmemoria, hasta que el movimiento memorialista y este Govern les estamos devolviendo la memoria», ha asegurado.

El Govern ha indicado que el área de Sa Coma ha sufrido importantes cambios desde 1936. Según los estudios, la urbanización del terreno habría soterrado muchos de los enterramientos de las personas fusiladas tras el reembarque. Además, los efectos de los temporales, que han puesto al descubierto restos humanos con cierta frecuencia, también habrían afectado notablemente al estado original de la fosa. Incluso se realizó una intervención arqueológica en los años 90 que localizó numerosos restos humanos y objetos como botes, hebillas o balas bajo las dunas de Sa Coma. La investigación confirmó que correspondían a víctimas de la Guerra Civil, en concreto originarios de Catalunya, pero la intervención fue paralizada y gran parte de los hallazgos expoliados.

Cabe recordar que entre los días 23 y 27 de mayo un equipo de arqueólogos y de especialistas en prospección geofísica de ATICS llevó a cabo una serie de análisis para el Ayuntamiento de Sant Llorenç des Cardassar cuyos resultados, aseguran, «son muy esperanzadores». Esta investigación se ha llevado a cabo en cuatro emplazamientos distintos: la zona más septentrional de la playa de Sa Coma; el área correspondiente a la antigua ubicación del hospital de sangre; los alrededores del cementerio de Son Carrió, y la finca de Son Escrivà. Ha consistido en el análisis y estudio de la evolución de los cuatro emplazamientos mediante fotointerpretación, hechos a partir de diversas fotografías aéreas de la zona tomadas desde los años 40 y hasta la actualidad, para observar cómo ha cambiado el terreno y si se intuían posibles localizaciones.

Además, se han realizado prospecciones geofísicas con georadar y magnetómetro que han detectado pequeñas alteraciones en el terreno, por lo que se considera «probable» que en esos lugares aún puedan encontrarse enterramientos. Se trata del mismo método de estudio que ya se utilizó por primera vez en el cementerio de Son Coletes, con mucho éxito, por lo que desde ATICS se muestran muy optimistas al respecto. No obstante, esos resultados «que se intuyen positivos», según los especialistas, «deberán ser confirmados arqueológicamente mediante las intervenciones previstas en el cuarto Plan». Además, en el caso concreto del lugar correspondiente a la antigua ubicación del hospital de la sangre de Son Carrió, se ha realizado un sondeo arqueológico que ha permitido confirmar lo que el georadar había apuntado en un estudio previo realizado también por ATICS en el año 2021. Dicho estudio detectó que existía una alteración del terreno y los sondeos realizados en las últimas semanas han permitido confirmar y delimitar el área de la fosa, en la que se podrían encontrar los restos de alrededor de 17 individuos.