Paula Serra fue la encargada de presentar el acto .    | Jaume Morey

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El sector inmobiliario está de moda. Ciudadanos de media Europa han puesto sus ojos en Mallorca con más intensidad a raíz de la pandemia. Unas jornadas organizadas por El Económico y Borbalán en el Castillo Hotel Son Vida sirvieron para analizar la situación del sector con cuatro paneles de debate multidisciplinares. Francesc Albertí, de KPMG, abrió la sesión con una ponencia en la que expuso la fortaleza del sector, con un aumento de la demanda, especialmente entre el colectivo de extranjeros, incluso en zonas donde antes no tenían esta presión, lo que ha provocado un aumento del precio. Es aquí donde comienzan los desequilibrios porque eso provoca problemas de acceso a la vivienda para los residentes. Albertí opinó que la nueva normativa turística ofrece opciones para conseguir vivienda en antiguos hoteles, sin olvidar la importancia de optar por nuevas modalidades de vivienda como el coliving o el build to rent. ¿La clave? Apostar por la colaboración público-privada, una de las necesidades que recorrió toda la jornada.   

Una de las presencias destacadas de la jornada fue la Carlos Lamela, uno de los arquitectos más reputados de España, que mantuvo una interesante conversación con la editora del ‘El Económico’, Paula Serra. «En la arquitectura tiene que haber una parte de innovación y otra de respeto al patrimonio », dijo. En cualquier caso, también reclamó una reflexión sobre el concepto de sostenibilidad y los efectos de la contaminación y se preguntó si es mejor apostar por el coche eléctrico, que no contamina el aire, pero que implica que miles de personas trabajen en minas para recoger el litio.

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Francesc Albertí, de KPMG.
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El público asistió a las jornadas con enorme interés.

También abordó el fenómeno del turismo masivo y sus consecuencias en la edificación y el territorio. «Benidorm se consideró un desastre urbanístico y ahora se ve que la construcción edificatoria es la solución al problema», dijo. En cualquier caso, con un territorio limitado, afirmó que tal vez habría que limitar habitantes y visitantes, como en Venecia. «Somos un país de propietarios, pero antes no era así», opinó. «Comprar vivienda es algo antinatural, pero la gente compra como la gran inversión de su vida. Hay que cambiar y ahora vamos en ese sentido», dijo.