Imagen de la preparación de los caracoles. | Laura Becerra

TW
1

La jornada central de la XX Fira del Caragol, celebrada este domingo en el núcleo de Sant Jordi, se caracterizó por un intenso calor y una masiva asistencia de público que acudió desde horas muy tempranas. Organizado por el Club Prat de Catí, cuyos miembros cumplen veinte años también al frente del evento, aportaron un interesante programa, además del gastronómico. A las nueve de la mañana los Xeremiers de Sant Jordi protagonizaron un pasacalles invitando a los vecinos a despertarse. A partir de las diez hasta mediodía, los más pequeños tuvieron talleres de manualidades y otras actividades en la explanada de la iglesia parroquial.

A medida que transcurría la mañana, más apretaba el sol y la gente copaba los bares para merendar de coca o pan con sobrasada, amén de los puestos de bebidas refrescantes. Pep Lendínez, uno de los miembros fundadores de esta singular feria, destacó que «hoy, entre degustación y venta, se despacharán unos 2.500 kilos de caracoles. Nuestro objetivo es promocionar las granjas que se han ido abriendo en la Isla, algunas surgidas por el auge que ha experimentado el consumo a través de nuestra feria. Aquí han acudido Caragolers de Muro, sa Caragolera de Binissalem, Tot Banyes de Llubí y Caragol Bover de sa Pobla».

FERIA DEL CARACOL SANT JORDI (NIÃ'OS AUTORIZADOS) LAURA BECERRA _24.jpg

En los estands de estos productores se elaboraban distintas especialidades del molusco, para ponerlas a la venta en distintos tamaños de tarrinas, tales como caracoles al estilo de Muro, frito de caracoles con hígado de lechona, caracoles a la mallorquina, caracoles con hierbas aromáticas, caracoles al ajillo y frito de banyes de caracol. Pasado el mediodía fue cuando empezó a llenarse por completo el área de degustación, dispuesta en el centro de la plaza de Sant Jordi. Allí grupos de amigos y familias disfrutaban degustando raciones de caracoles que habían comprado acompañados de su all i oli.

FERIA DEL CARACOL SANT JORDI (NIÃ'OS AUTORIZADOS) LAURA BECERRA _06.jpgEn las calles circundantes, se situaron los estands de artesanía, venta de plantas, miel, vinos, cuchillería artesana, artículos para mascotas, pastas mallorquinas (cocas, empanadas y crespells) y frutas, además de los estands de los Dimonis de Sant Jordi, con una escalera de figueral donde pendían demoníacas máscaras, del Club Deportivo Sant Jordi y un molino del Pla de Sant Jordi. Muy interesante fue la Exposición Etnográfica, de fotografías del vecino Jaume Crespí, de todos los enseres, carros y aperos de labranza de su propiedad.

A partir de la una de la tarde, Xisco Pou y Sebastián Ramis, de la Colla Caragolera local, elaboraron dos paellas para quinientas personas. Aproximadamente a esta hora el alcalde de Palma, José Hila, acudió a la feria, acompañado de la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, quienes visitaron los estands y la pastelería Coll, con su ensaimada gigante elaborada para degustación.